Filomena abandona la provincia sin haber tenido una incidencia reseñable, como ocurrió en Madrid, que se vistió de blanco. La borrasca apenas pasó por tierras ourensanas, y eso explica que, si bien el frío está haciendo acto de presencia, la nieve no termina de cuajar.
Juan Taboada, de MeteoGalicia, explica que "las nevadas tan fuertes vividas en el territorio nacional surgen de la interacción entre el aire ártico instaurado en la península durante las semanas anteriores y la borrasca Filomena, que se fue desplazando hacia el norte desde Canarias, aportando inestabilidad y por tanto precipitaciones, además de un aire más templado".
Al interactuar la borrasca con el frío polar, se genera la nieve, pero "como el temporal entró por Canarias y avanzó hacia el mediterráneo, apenas rozó a Galicia. Nos hemos quedado, por tanto, con el viento frío y algo de lluvia ocasional". En conclusión, en Ourense solo se contó con uno de los ingredientes para una gran nevada.
Ahora llegan tiempos de moderación, siempre dentro del frío común del invierno: "Hoy tendremos una jornada con mucha sensación de frío. El lunes regresan las heladas intensas, pero la temperatura vuelve a subir un poco, siendo cada vez más suave", es decir, sin llegar a extremos que puedan generar riesgos, por ejemplo en la red de carreteras.
Taboada destaca que "podemos estar felices de que la borrasca Filomena solo se haya sentido de forma fugaz, ya que estos temporales pueden provocar nevadas muy intensas, con las que se acumulan 30, 40 0 50 centímetros de nieve".
Que el actual calentamiento global coincida con fenómenos atmosféricos como éste no supone una contradicción. Así, Juan Taboada señala que "debemos distinguir las escalas temporales del tiempo atmosférico (sus condiciones de cada día), y el clima, que se construye con promedios a lo largo plazo. 2020 fue a nivel global uno de los años más cálidos registrados. Solo contó con un par de meses más fríos de lo esperado, y los restantes fueron más calientes de lo normal".
Por tanto, concluye el meteorólogo, "el 2021 puede seguir perfectamente esta misma tendencia de año cálido, a pesar de algunos momentos de más frío de lo normal, cada vez menos frecuentes. Además, una de las consecuencias del cambio climático es que aumentan los extremos meteorológicos".
Varios días bajo cero, pero sin apenas incidencias
El 112 Galicia registró ayer medio centenar de incidentes relacionados con el hielo y, en menor medida, con la nieve, provocando problemas de tráfico, especialmente en carreteras secundarias. Un incidente provocado por la nieve llegó a cortar temporalmente el tráfico en la AG64, en As Pontes de García Rodríguez. La tendencia general durante las primeras horas del día fueron mantos de hielo en carreteras secundarias.
El Centro de Urgencias Integradas de Galicia contó desde la víspera de Reyes hasta las 12,00 horas de ayer más de 400 intervenciones relacionadas con la formación de placas de hielo en calles y carreteras. En Ourense se produjeron apenas 10 incidencias, menos que en las demás provincias.
El meteorólogo Juan Taboada añade que lo que está diferenciando a Ourense del resto de provincias gallegas durante los últimos días de frío es "lo extremo de las heladas, registrándose temperaturas mínimas por debajo de los -8 grados centígrados durante cuatro o incluso más jornadas consecutivas, como fue el caso de Calvos de Randín o Baltar, cuando desde el día de Reyes se acumularon los episodios de frío intenso". Otro rasgo distintivo de la provincia durante el invierno es la aparición de borrascas, aunque esta característica es compartida con Lugo.
Por el contrario, matiza Taboada, "en las zonas de costa el mar hizo su efecto suavizador". Al litoral, no obstante, le afecta el viento. Así, la costa de la provincia de A Coruña continúa en alerta naranja por fuertes vendavales, y el resto de la costa gallega en alerta amarilla debido al mismo motivo.
