Habrá una comparecencia en que se concretarán las imputaciones
El pasado 19 de enero se cumplieron seis años del crimen que le costó la vida al holandés afincado en Santoalla (Petín), Martin Albert Verfondern. Un homicidio en el que están imputados los hermanos Juan Carlos y Julio Rodríguez González, el primero como autor y el segundo en calidad de encubridor.
Tras su detención en diciembre de 2014, casi cuatro años después del homicio, comenzó una instrucción judicial que ahora afronta su recta final tras la petición que acaba de formular el fiscal Miguel Ruiz para que la jueza instructora de O Barco transforme las diligencias previas en un procedimiento de jurado después de haber practicado la mayor parte de las pruebas, entre las que destacan los análisis de ADN que confirmaron que los huesos esparcidos en un monte, a 10 kilómetros de Santoalla, pertenecían a la víctima.
Una vez formulada esa petición, la jueza de Instrucción 2 deberá citar a ambos investigados a una comparecencia para que el representante del ministerio público les comunique los hechos y delitos que inicialmente les atribuye, así como para la defensa se pronuncie de sobre el proceso.
Hasta la fecha, continúa en prisión provisional Juan Carlos Rodríguez González, quien padece un deficiencia psíquica que podría aminorarle la responsabiliad penal y, por tanto, la petición de condena. Este se declaró autor en el momento en que la Guardia Civil procedía a interrogarlo como testigo. Su hermano está en libertad pero con una medida cautelar en vigor: una orden de alejamiento que le impide acercarse al pueblo de Santoalla y a la viuda del fallecido, Margo Pool.
La víctima y los imputados, uno de ellos residente en Santoalla, mantenían relaciones tirantes debido a los disputas derivadas de los montes comunales.
