El funeral del ourensano fallecido en Matamá, este lunes en Tuxe (O Bolo)

SUCESO EN VIGO

La investigación de las causas del accidente continúa su curso, mientras la atracción sigue precintada en la zona de fiestas de Matamá

Publicado: 05 ago 2024 - 05:00 Actualizado: 05 ago 2024 - 19:26

Policía junto a la cabina siniestrada.
Policía junto a la cabina siniestrada.

El ourensano Iván Castaño Hervella, de 36 años, fallecido la madrugada del sábado al desprenderse el brazo de la atracción “Saltamontes” en Matamá (Vigo), será enterrado este lunes en la parroquia de San Pedro de Tuxe O (Bolo), donde todavía reside de forma habitual su abuela materna, y donde se encontraban sus padres en el momento del accidente que se cobró la vida de este hombre.

Una delegación de la comisión de fiestas de Matamá, en Vigo, se acercó ayer hasta el tanatorio Vigomemorial, en la ciudad olívica, donde hasta las 16,00 horas de este lunes será velado el cuerpo del fallecido. A esa ahora, será la conducción hasta la iglesia de Tuxe (O Bolo), donde la misa funeral de cuerpo presente se celebrará a las 19,00 horas, para la inhumación del cadáver en el cementerio parroquial a posteriori.

Este lunes, antes de la conducción del cuerpo, la parroquia viguesa de Matamá dedicará a Iván la que sería la misa solemne del día grande de sus fiestas en honor a Nosa Señora das Neves. La ceremonia tendrá lugar a las 12,00 horas en la iglesia parroquial y será un acto muy sobrio y solemne, como confirmó a este periódico el presidente de la comisión de fiestas, Cristian González: “Por supuesto, no habrá procesión. Ahora nosotros solo pensamos en el joven fallecido y en poder cerrar este capítulo y es lo que entendemos que tenemos que hacer”.

Continúa la investigación

Mientras tanto, la investigación de las causas del incidente continúa su curso aunque, por el momento, la atracción accidentada sigue precintada en el campo de fiestas de la parroquia viguesa a la espera de ser completamente peritada sin que sus propietarios, que aún no están siendo investigados por ningún delito, puedan desmontarla. Queda por esclarecer qué es lo que llevó al brazo del “saltamontes” a soltarse por completo del anclaje que lo une al cuerpo de la atracción, ya que, si las investigaciones concluyen que fue por falta de mantenimiento o una negligencia, la causa podría llegar a un juicio de homicidio por imprudencia. Según lo que ha podido conocer este periódico, el responsable de la atracción contaba con todos los permisos en regla y había pasado las últimas revisiones.

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