El consumo total de carburantes cayó en la provincia un 3,8% durante el año pasado, a pesar de que la variedad más consumida, el gasóleo de automoción, incrementó sus ventas, precisamente también un 3,8%.
En concreto, el año pasado se comercializaron en Ourense un total de 334.800 toneladas de gasolinas, gasóleos y fuelóleos, según los datos que acaba de actualizar la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), frente a las 348.248 consumidas en 2011. En todo caso, la caída en Ourense es menor a la que se registra en el conjunto de Galicia (donde se consumieron 2.927.146 toneladas, un 5% menos que un año antes) y de España (con poco más de 35 millones de toneladas, casi un 7% menos que en 2011).
El gasóleo de automoción se sitúa como el tipo de carburante más consumido y representa más de la mitad del total. En concreto, el año pasado se despacharon 179.027 toneladas de gasóleo A en Ourense, frente a las 172.438 contabilizadas el año anterior.
Junto a este carburante, el gasóleo C (de calefacción) también incrementó sus ventas, mientras el agrícola (B) las redujo. Cayeron, igualmente, las gasolinas y del fuelóleo BIA (de uso industrial, fundamentalmente).
GASÓLEO
No obstante, el aumento del consumo de gasóleo A en Ourense marca la diferencia con la mayoría de regiones españolas (de hecho, en el conjunto de España, se produjo un descenso del 6%). Una circunstancia a la que los transportistas ourensanos sí encuentran explicación y que atribuyen en buena medida al hecho de que el 1 de enero de 2012 comenzase a aplicarse el 'céntimo sanitario' (un impuesto cuya recaudación se destina a financiar el sistema de salud) en Castilla León. De hecho, la comunidad vecina aplicó este impuesto en su nivel máximo, de 4,8 céntimos por litro, mientras que Galicia ya lo aplicaba desde hace varios años, aunque en un nivel inferior, de 1,2 céntimos por litro, según explica Alberto Vila, gerente de la Asociación de Transporte de Mercancías por Carretera de Ourense (Apetamcor). 'Esto supón unha diferencia de 3,6 céntimos por litro que, se se lle engade o IVE, ascende a algo máis de catro', manifiesta. Y grandes repostajes como los de los tráileres representa una cuantía importante, ya que un vehículo medio tiene un depósito con capacidad para 1.000 litros, si bien los más modernos llegan a 1.500, lo que se traduce entre 40 y 60 euros cada llenado. Esta circunstancia ha motivado que los transportistas que circulan entre Galicia y la Meseta opten por llenar sus depósitos en la provincia y no en la comunidad vecina.
En todo caso, los transportistas constatan el descenso de consumo desde el inicio de la crisis. 'O número de vehículos e de transportes que se fan é moito menor', señala Vila. De hecho, desde 2007 el descenso del total de combustibles es de un 12% en Ourense (19% en España), mientras que el de gasóleo de automoción supone un 3% en la provincia y un 9% a nivel nacional.
Desde las estaciones de servicio también constatan esta caída desde el inicio de la crisis, pero 'el año pasado quizá fue el peor, se notó una barbaridad', según manifiestan desde una gasolinera ourensana. Los profesionales de este sector explican que la repercusión en cada establecimiento difiere en función de su ubicación y del perfil de clientela más habitual, pero en general bajó el consumo todo tipo de perfiles, tanto el de profesionales y empresas, debido su menor actividad o parálisis en algunos sectores (como el de la construcción), así como la de particulares, especialmente la derivada de desplazamientos de ocio, como los de fines de semana y puentes festivos.
El gasóleo de automoción se sitúa como el tipo de carburante más consumido y representa más de la mitad del total. En concreto, el año pasado se despacharon 179.027 toneladas de gasóleo A en Ourense, frente a las 172.438 contabilizadas el año anterior.
Junto a este carburante, el gasóleo C (de calefacción) también incrementó sus ventas, mientras el agrícola (B) las redujo. Cayeron, igualmente, las gasolinas y del fuelóleo BIA (de uso industrial, fundamentalmente).
GASÓLEO
No obstante, el aumento del consumo de gasóleo A en Ourense marca la diferencia con la mayoría de regiones españolas (de hecho, en el conjunto de España, se produjo un descenso del 6%). Una circunstancia a la que los transportistas ourensanos sí encuentran explicación y que atribuyen en buena medida al hecho de que el 1 de enero de 2012 comenzase a aplicarse el 'céntimo sanitario' (un impuesto cuya recaudación se destina a financiar el sistema de salud) en Castilla León. De hecho, la comunidad vecina aplicó este impuesto en su nivel máximo, de 4,8 céntimos por litro, mientras que Galicia ya lo aplicaba desde hace varios años, aunque en un nivel inferior, de 1,2 céntimos por litro, según explica Alberto Vila, gerente de la Asociación de Transporte de Mercancías por Carretera de Ourense (Apetamcor). 'Esto supón unha diferencia de 3,6 céntimos por litro que, se se lle engade o IVE, ascende a algo máis de catro', manifiesta. Y grandes repostajes como los de los tráileres representa una cuantía importante, ya que un vehículo medio tiene un depósito con capacidad para 1.000 litros, si bien los más modernos llegan a 1.500, lo que se traduce entre 40 y 60 euros cada llenado. Esta circunstancia ha motivado que los transportistas que circulan entre Galicia y la Meseta opten por llenar sus depósitos en la provincia y no en la comunidad vecina.
En todo caso, los transportistas constatan el descenso de consumo desde el inicio de la crisis. 'O número de vehículos e de transportes que se fan é moito menor', señala Vila. De hecho, desde 2007 el descenso del total de combustibles es de un 12% en Ourense (19% en España), mientras que el de gasóleo de automoción supone un 3% en la provincia y un 9% a nivel nacional.
Desde las estaciones de servicio también constatan esta caída desde el inicio de la crisis, pero 'el año pasado quizá fue el peor, se notó una barbaridad', según manifiestan desde una gasolinera ourensana. Los profesionales de este sector explican que la repercusión en cada establecimiento difiere en función de su ubicación y del perfil de clientela más habitual, pero en general bajó el consumo todo tipo de perfiles, tanto el de profesionales y empresas, debido su menor actividad o parálisis en algunos sectores (como el de la construcción), así como la de particulares, especialmente la derivada de desplazamientos de ocio, como los de fines de semana y puentes festivos.
