Pistón, el perro que sobrevivió a una caída de 100 metros tras ser arrojado por su dueño desde el viaducto do Viñao esta semana, se recupera de sus heridas en un hospital veterinario tras pasar dos días herido y perdido en el monte. Ahora, la Guardia Civil de Carballiño mediará para que algún vecino pueda acogerlo en adopción. El pasado martes, este cánido era arrojado por su dueño, un vecino de Carballiño de 60 años ya detenido, desde el viaducto de O Viñao (Punxín), por donde discurre la AG-53, que comunica Ourense con Dozón, sobre el río Barbantiño, poco antes del desvío hacia Maside y Carballiño. El hombre paró el coche en un arcén y, tras varios amagos, lo arrojó al vacío. El can sobrevivió milagrosamente resultando herido en una pata delantera.
El caso se descubrió porque el centro de gestión de tráfico encargado de la videovigilancia de la AG-53 detectó algo raro en sus cámaras. Un coche se detenía en el viaducto do Viñao y arrojaba un bulto de gran tamaño al vacío. Alertados, enviaron aviso a la Guardia Civil de O Carballiño, que confirmó tras observar detalladamente las imágenes que lo que caía era un perro de tamaño mediano. Esa noche y todo el día siguiente lo buscaron por las inmediaciones del Barbantiño, donde supuestamente debería de haber caído, sin encontrarlo.
Pero por algún inesperado milagro, Pistón sobrevivió. La Guardia Civil afirma que lo salvó el haber caído sobre un árbol, que frenó el golpe, antes de caer al agua. Con una pata herida consiguió llegar a la orilla. Y desapareció durante dos días. El jueves lo vieron dos excursionistas en torno a las 20,30 horas, perdido pero con un compañero de su misma especie por acompañante. Dieron aviso a los agentes, que cuando llegaron lo localizaron vagando por la zona, herido en una pata delantera pero consciente. Fue trasladado de inmediato al hospital veterinario Anicura Abros, situado en Pereiro de Aguiar, donde se recupera.
Su dueño, que fue localizado de inmediato y puesto a disposición judicial, está investigado por maltrato animal. Se le ha retirado la custodia del can y el juzgado tendrá la última palabra sobre su destino. Probablemente, le espera una nueva vida adoptado en otro hogar.
