Desescalada en Ourense

La hostelería del rural ourensano ya abre sus comedores: “Había muchas dudas"

Los restaurantes de concellos de menos de 10.000 habitantes afrontan el aforo interior del 40% con las primeras reservas

La posibilidad de poder abrir los restaurantes al 40% de su capacidad este fin de semana cogió por sorpresa a la mayoría de los hosteleros de los concellos ourensanos con menos de 10.000 habitantes y una densidad menor a 100 vecinos por kilómetro cuadrado. En este escenario, una gran parte de ellos ha decidido esperar al próximo lunes, con la entrada en vigor de la fase 2 de la desescalada.

En Ribadavia, uno de los concellos damnificados por el BOE, todavía había ayer confusión. Pese a ello, no hubo quejas porque los negocios tenían programado abrir mañana, coincidiendo con la celebración de la primera feria quincenal de la provincia en fase 2, que consideran una buena oportunidad para retomar la actividad.

La necesidad de limpiar y contratar personal también ha condicionado a los propietarios de restaurantes de otros concellos ourensanos. Mientras tanto, A Casiña de Bardelás, en Maside, ya acogía en estos últimos dos días a los primeros clientes. "Estaba traballando na terraza e o alcalde díxome que xa podía abrir co aforo limitado, así que xa o fago, para hoxe teño seis clientes e espero máis para mañá", apuntaba el propietario, Alejandro Bardelás.

Maside 23/5/20
Reapertura restaurante

También abría el acceso al interior del negocio el Bar Rivera, en Cortegada: "Ahora la gente ya puede comer en el interior pero siguen prefiriendo hacerlo en la terraza porque tengo sitio bastante", apunta la propietaria del único establecimiento que ofrece comida en este municipio.

El restaurante mesón Museo, de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras) abrió de nuevo su comedor ayer, al día siguiente de que volviese a poner en marcha sus equipos de la administración de Loterías. Su propietario, Nicolás González Ribalonga, comentó que no dejaron de trabajar durante el estado de alarma: "No hemos parado, aunque no trabajamos ni a un 10 % del ritmo habitual. Teníamos clientela que solicitaba que le llevásemos la comida, principalmente de empresas de servicios auxiliares de la pizarra y proveedores. Habilitaron zonas para comer". Confiesa que, después de llevar dos décadas con el establecimiento abierto, podría haber aguantado hasta un mes más, si bien, reconoce que muchos tendrán difícil continuar su actividad. Calificó las medidas dictadas por las autoridades sanitarias como "agresivas", aunque considera que fueron "necesarias" por la pandemia. "Limitamos el acceso a la carta por el aforo, quitamos mesas, medimos y cambiamos muebles", explicó González.

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O Pepiño de Allariz cuenta con hasta un plan de acción de 17 páginas que puede consultar la clientela. Aparte de las medidas de seguridad y la reducción necesaria del aforo, han instalado lo que llaman "multibarras": barras pequeñas que sustituyen a las que ya existían. Las mesas, todas con el QR para ver la carta virtual. "Nuestro jefe está bien enterado y ya abrimos ayer el interior. Desde el día 15 estamos abiertos", dicen al otro lado del teléfono. Ayer por la tarde tenían una reserva para la cena, "pero esperamos que venga más gente por la noche".

El Restaurante Prieto, en Xunqueira de Espadanedo, se estrenó ayer por completo. Tanto en terraza como con la nueva medida del aforo interior. "Lo del BOE fue un poco rollo y el viernes era precipitado abrir porque había muchas dudas. Llevamos tiempo preparados pero queríamos asegurarnos. La terraza la podíamos abrir, pero decidimos que no. Con la lluvia y todo eso nos daba miedo, preferimos esperar", dicen desde este establecimiento. La cafetería Kanela Drink, en San Cristovo de Cea, también se estrenaba ayer: "Abrimos solo cuatro horas, a ver qué tal". En los días previos acometieron la desinfección de ozono en el interior del local hostelero.

El BOE aviva los enredos y las frustraciones

Desde el inicio de la desescalada, el Boletín Oficial del Estado (BOE) se ha convertido en la guía en la que se deben apoyar alcaldes, empresarios o ciudadanos para conocer qué actividades están permitidas o las condiciones en las que se pueden abrir negocios, publicaciones que periódicamente están generando enredos y frustraciones en la provincia, con acusaciones al Gobierno de no emplear la suficiente claridad o publicar órdenes con anticipación para facilitar los preparativos de cada fase.

Sucedió, por ejemplo, con el anuncio de que los núcleos de menos de 5.000 habitantes dejaban de tener franjas horarias para los paseos y el deporte, al interpretar al principio la Delegación del Gobierno en Galicia que el corte debía hacerse por concellos y no por aldeas, imponiéndose finalmente la opción que reclamaban los alcaldes de aplicar el criterio más laxo para no castigar a los vecinos.

Tampoco sentó bien la demora en la publicación de la orden anunciada el domingo pasado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de flexibilizar la desescalada en los municipios de menos de 10.000 habitantes, que no entró en vigor hasta el viernes incluyendo también una condición de densidad de población que generó incertidumbre en los concellos de Pereiro, San Cibrao, Ribadavia y A Rúa, que finalmente no pueden beneficiarse este fin de semana de las medidas, especialmente beneficiosas para una hostelería que ya puede abrir el interior de sus locales si así lo considera en los pequeños municipios, pero con muchos sin margen para prepararse.

La última frustración del BOE (por lo menos hasta ahora) llega con las condiciones de la fase 2 de la desescalada, en la que no se recoge por el momento la petición al Gobierno de la Xunta y del BNG de permitir la movilidad entre concellos limítrofes de distintas provincias por razones socioeconómicas, que sí se aplica en el País Vasco desde la fase 1. El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, aseguraba ayer estar confiado de que sucedería, pero por ahora el BOE sigue sin permitirlo, lo que penaliza a 37.000 ourensanos de 24 concellos. 

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