Iberdrola construirá en Ourense la mayor central de Europa

Iberdrola prevé iniciar en 2025 la construcción de la mayor central hidroeléctrica de la Península Ibérica y de toda Europa Occidental en Vilariño de Conso. Con el nombre de Conso II, se prevé una inversión de más de 1.500 millones de euros para crear una central de acumulación por bombeo (gigabatería) en la cuenca del Sil, entre Vilariño de Conso y Viana. Esta infraestructura enlazará, mediante una doble conducción hidráulica, el embalse de Bao, a menor altura, y el de Cenza, uno de los mayor altura de España, aprovechando el desnivel de 690 metros para generar energía y almacenarla.

“Se tratará de una infraestructura que no necesitará de nuevos embalses ni depósitos, ya que utilizará los existentes, siendo además una instalación totalmente subterránea”, explicó Miguel Ángel López, director de la cuenca Sil-Támega de Iberdrola España.

Será, según la compañía vasca, “la gran despensa de energía limpia de la Península Ibérica” y funcionará traspasando agua de un embalse a otro mientras genera energía limpia. Esta megacentral subterránea tendrá 1.800 MW de potencia (la misma que la central francesa de Gran Maison, hasta ahora la más potente de Europa, y más que los 1.742 MW de la central de la Muela, hasta ahora la más grande de España) y una capacidad de generar 4.000 GWh al año Para hacerse una idea, la potencia de esta nueva central sería casi el doble que la de cualquier central nuclear en España. Está diseñada para dotar una reserva de 58 millones de KWh de energía almacenable, lo que equivale al consumo medio diario de10 millones de usuarios.

Este nuevo proyecto utilizará la energía solar sobrante de las horas del día para bombear, por lo que será “un proceso 100% limpio”, puntualizan en la compañía: “Solo esta infraestructura dará energía verde a millones de familias de España”.

Seis años de obras

Se crearán a partir de 2025, si la tramitación no se complica, 3.000 empleos durante los más de seis años de construcción. El Gobierno estudia ahora el impacto ambiental de la ampliación de la subestación en Viana y la línea de tendido eléctrico, que darán cobertura al macroalmacén energético de Iberdrola.