La crisis energética también afecta al bolsillo de la Diócesis de Ourense. El Obispado ya apagó la calefacción en el pasado enero y augura otro invierno similar por el alza de costes. El verano fue más llevadero, sin aire acondicionado, por lo bien que conserva el fresco el viejo edificio de la rúa Progreso. Pero los meses fríos se acercan y ya hay preocupación por lo que ocurrirá en las más de 700 iglesias y 1.000 pequeñas capillas del rural ourensano. “Na casa do Obispado multiplicouse por dous ou por tres a factura mensual, por iso decidimos apagar a calefacción xa en xaneiro. Preocúpanos o invierno. Nas parroquias, con instalacións máis complexas, tamén se fai complicado pagar a factura da luz e do gas”, anticipa Raúl Alfonso González, Vicario para el Patrimonio y el Sostenimiento de la Iglesia en la Diócesis. Los párrocos ya se plantean “colectas extraordinarias” para no ir con la manta a misa. El mantenimiento de los templos ourensanos se hace cada vez más cuesta arriba: “Fan falta dende viño e hostias ata calefacción no inverno”.
Día para sensibilizar
Hoy se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, con el lema “Gracias por tanto”, para sensibilizar sobre la importancia de implicarse en la vida de la comunidad parroquial. “É un día para agradecer aos que sacan adiante o proxecto de Xesucristo en Ourense, pero tamén para recordar que as cousas funcionan cando todos nos implicamos”, indica González. En este sentido, subraya que lo vital es “compartir vida e tempo” para que funcione la Diócesis de Ourense, pero, evidentemente, “tamén cómpre compartir cartos”.
El difícil mantenimiento de tantos templos en la Diócesis de Ourense y la actividad desbordada en las Cáritas parroquiales tras la pandemia por coronavirus, entre otros asuntos, hacen más complicado que el Obispado ourensano llegue aliviado a fin de mes, como le ocurre a las familias.
Un principio canónico
“Algunha parroquia optará por facer a colecta extraordinaria para pagar a calefacción ou apagarana. As parroquias mantéñense no 99% dos casos co que aporta a xente na colecta dominical”, adelanta González. Apela a un principio canónico “moi importante e antigo” que señala que “calquera institución da Igrexa que non ten os medios para subsistir por si mesma, non debe existir. No Obispado xa acordamos que se algunha parroquia non recauda para pagar a luz, córtase. En moitos casos asúmena os párrocos do seu soldo. Se non damos pagado a luz, a parroquia non pode abrir”.
Los curas ya buscan opciones para el invierno más frío en las parroquias, más allá de aportar de su bolsillo una solución. “Coma en tódalas casas, verán como facer. Estase duplicando ou triplicando a factura da luz e a xente tamén ten máis dificultades nas casas”, insiste el Vicario para el Patrimonio y el Sostenimiento de la Iglesia.
También apelan a otro principio, la llamada Comunidad Cristiana de Bienes. “Que aqueles que máis teñen, aporten. En moitos casos estou seguro de que así o farán”, puntualiza González.
La sensibilización es el objetivo primordial de la jornada de hoy, el Día de la Iglesia Diocesana. “Adicamos o día a recordar o que somos, coa xente que vive a fe en Ourense, que formamos unha familia. Especialmente este ano que sacamos adiante a Igrexa. Queremos dar as gracias por tanto”, añade el Vicario para el Patrimonio y el Sostenimiento de la Iglesia.
También habrá una colecta por el Día de la Iglesia Diocesana: “O que se fai este día é recordarlles aos fieis cristiáns que si somos parte disto, temos que implicarnos. Económicamente tamén. Pero a Igrexa ourensá funciona con esas persoas que día a día abren a porta, retellan ou cambian bombillas. Isto marcha adiante gracias a moitas persoas”.
