Economía

El impacto del coronavirus dará un vuelco a los modelos de negocio y laboral de Ourense

OURENSE (RÚA DO PASEO). 19/03/2020. OURENSE. Vecinos solitarios o paseando al perro caminan por la Rúa do Paseo en pleno "estado de alarma". FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera La calle del Paseo, epicentro de la actividad comercial, vacía y con los negocios cerrados. (FOTO: ÓSCAR PINAL)
"Reinventarse" vuelve a coger fuerza para sortear una crisis en la que digitalización, innovación o formación son claves

"Llevábamos un trimestre de los mejores que yo recuerdo en años en la contratación en algunos sectores". Entre el dato y el lamento, Antonio Villaverde define así la debacle laboral sobrevenida como consecuencia de la crisis del coronavirus. Es el representante en Ourense de la agencia Ader Recursos Humanos y Trabajo Temporal. Su opinión la firmarían otros compañeros del sector, sin duda. Bartolomé Pidal, presidente del Grupo Nortempo Recursos Humanos y Trabajo Temporal, reconoce que "la estacionalidad se ha perdido y el empleo va a quedar afectado durante los próximos meses".

En esta Semana Santa el sector servicios debería estar en pleno apogeo laboral, pero no solo la hostelería, el turismo u otras actividades terciarias, sino que la industria y la construcción deberían tener la puerta abierta a nuevos trabajadores. Antonio Villaverde calcula que los accesos a las empresas bajo la fórmula temporal podrían caer "entre un 70 y un 80%". Reconoce que, obviamente, "cuando una empresa no solo no contrata sino que se ve sometida a una crisis como esta los primeros que sufren son los contratos temporales".

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En enero, por ejemplo, se hicieron 1.243 contratos en la industria, una cifra que se quedó en 962 en febrero y que cayó en marzo (cuando estalló la crisis) a 870. La construcción, menos de 200 cada mes y en los servicios, 4.910 contratos en enero, 4.692 en febrero y 3.307 en marzo.

Con la mayor parte de la economía parada, la contratación se ha reducido a mínimos. La alimentación y la distribución de sus productos garantiza el empleo, incluso pide refuerzos con algunas empresas como Coren como punta de lanza.

¿Qué ocurrirá después? Un vistazo a los portales de las empresas reclutadoras deja en evidencia que los empresarios no necesitan trabajadores por el momento. Las ofertas en esas empresas han caído un mínimo de un 60% y los perfiles demandados ya se alejan del patrón habitual. 

"Por el momento esta crisis es difícilmente medible en sus efectos inmediatos", dice Bartolomé Pidal, pero reconoce que la salida será lenta, compleja y con un escenario laboral diferente. El presidente de Nortempo aconseja "aprovechar este tiempo de parón para reinventarnos, buscar oportunidades". Y destaca: "Tenemos que ser creativos".

Otro mercado laboral

Lidia Enrich, experta en Recursos Humanos, tiene claro que esta crisis va a dejar un reguero de paro por el camino y quizá haya que reorientar la actividad laboral "hacia otros sectores que no nos los habíamos planteado, pero en los que nos podemos defender gracias a las cosas que sabemos hacer bien". 

Recomienda Enrich identificar los sectores en los que pueda haber demanda laboral "y no dedicar tiempo y esfuerzo a buscar empleo en sectores que no lo van a tener". Es el momento "de pensar en ello y prepararnos para lo que va a venir", concluye. En la provincia hay en estos momentos más de 15.000 trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, que podrían incorporarse lentamente a la actividad, pero habrá empresas que no se recuperarán. "Esta es una crisis sanitaria, en lo que lo prioritario es salvar vidas, pero también es necesario salvar empresas", indica Pidal.

De nuevo el sector servicios, sobre todo el comercio y la hostelería, pueden perder una gran cantidad de efectivos. En ese escenario hay gremios que deberán tomar medidas para renovar su modelo de negocio. En la provincia hay todavía empresas a las que la palabra digitalización le suena a chino. "Ese es un proceso que no se puede aplazar, las empresas tiene que adaptarse sí o sí", avisa Andrés Mazaira, coordinador del Observatorio Económico de la Diputación.

Sí, pero las empresas "no están preparadas porque aquí se sigue viendo la apuesta por la tecnología como un gasto, no como una inversión", advierte José Antonio Ferreira, consultor tecnológico, si bien reconoce que "hay muchas e importantes excepciones".

Esta crisis también está revisando modelos de negocio y formas de trabajar. Ernesto Rodríguez, de la empresa industrial MRF, reconoce que "hemos mejorado mucho en el teletrabajo en solo una semana, estamos aprendiendo de esta experiencia".

Desde el punto de vista sociolaboral, esta crisis, como las demás, será aprovechada para poner en valor procesos inéditos o no explotados y dejará como últimos eslabones de la cadena a las empresas y los negocios más débiles, con riesgo de cierre y paro, a merced de los acontecimientos. 

Los más de 8.000 empleados de la construcción vuelven a trabajar 

Ha concluido el periodo de vigencia de la ampliación del decreto del Gobierno por el que se limitaba la actividad a los sectores esenciales. Por lo tanto, mañana es día de trabajo para muchas empresas. Entre ellas, las de la construcción, que emplea a unas 8.500 personas en la provincia. Santiago Ferreiro, presidente de la Asociación de Constructores de Ourense (ACO), que reúne a más de cien negocios del sector, expresó que el colectivo "tiene ganas de volver, hay ganas de seguir trabajando y produciendo".

Lo hacen con un refuerzo de medidas preventivas para evitar el contagio, "y para ello hemos implementado todas las medidas que exige el Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral".

El sector vuelve, aunque no lo hará a pleno rendimiento. No se descarta que algunos proveedores tengan problemas de suministro o las redes de transporte del material puedan fallar. Pese a todo, Ferreiro dice que "aunque la producción no sea al cien por cien, siempre es mejor trabajar que las empresas tengan que soportar costes y estar paradas".

Valora como positivo que la Xunta movilice las obras que estaban paradas. Se trata de medio millar de actuaciones por valor de 300 millones de euros que permitirán a las empresas recuperar ritmo de trabajo. Se produce además en un momento en el que la licitación de obra publica se está ralentizando, incluso paralizando como consecuencia de la crisis del COVID-19. 

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