La Audiencia confirma la sentencia que lo condenó a cuatro años por amenazar a un amigo

El imputado por matar a sus padres, a prisión por coacciones

José Miguel Martínez Campos. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El imputado por la muerte de sus padres en abril de 2009, José Miguel Martínez Campos (40 años), irá a prisión pero no por este caso que aún está en fase de instrucción, sino por coaccionar a un amigo con un arma de fuego. La sección segunda de la Audiencia de Ourense acaba de confirmar la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1, que le impone dos años y tres meses de prisión por coacciones y otros dos más por tenencia ilícita de armas, además de prohibir acercarse a la víctima y comunicar con ella durante cincos años.
El fallo considera probado que el encausado, el 17 de abril de 2009, nueve días antes de la muerte de sus padres, acudió a la vivienda de un amigo de Xinzo ante quien le manifestó su deseo de suicidarse en su presencia, portando para ello una pistola en la mano. La escena subió de intensidad dramática cuando Martínez Campos amordazó a la víctima, a la que ató de pies y manos, al tiempo que le colocó una bolsa de plástico en la cabeza. Finalmente, el amigo consiguió desatarse y, tras un forcejeo con el condenado, logró que le entregase el arma y se fuera de su casa.

La Audiencia concluye en el fallo de la apelación que 'concurre prueba de cargo suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado'. Así, la sala tiene en cuenta 'la persistente declaración incriminatoria de la víctima', que estima 'plenamente verosímil y corroborada'.

El magistrado ponente entiende que el hecho de que la víctima no recuerde extremos concretos de los hechos 'no evidencia que medie contradicción', teniendo en cuenta el tiempo transcurrido hasta el juicio (tres años y medio).

El máximo órgano jurisdiccional de la provincia no cree que el hecho de que la víctima trasladara en su propio coche al acusado tras los hechos afecte a la credibilidad de su testimonio, dado el grave temor sufrido momentos antes.

La sentencia, que es firme, comporta que Martínez Campos tendrá que ingresar en la cárcel de Pereiro, en donde ya estuvo unos meses de forma cautelar tras su detención por la muerte de sus padres. Posteriormente, la Audiencia lo dejó en libertad por la inconsistencia de las pruebas de cargo contra él.

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