La inflación llega a la mesa: cerdo y caballa en vez de ternera y merluza

Clientes, comprando carne en un puesto del Mercado de Abastos de Ourense.
photo_camera Clientes, comprando carne en un puesto del Mercado de Abastos de Ourense.
La subida de precios cambia el menú de los ourensanos, que compran más marca blanca y se apuntan al producto de oferta

La inflación se sienta ya a la mesa y está cambiando los menús de los ourensanos, que, debido a la subida de los precios de los alimentos, comen ahora más cerdo, pollo, caballa, lirio, jurel, manzanas y mandarinas; y, en cambio, menos merluza, bacalao, ternera, cabrito y kiwis, según los tenderos y clientes de la Praza de Abastos de la ciudad. Comprar productos de marca blanca, apuntarse a las ofertas del día, cocinar con menos proteínas y más hidratos, y reutilizar las sobras son algunos de los trucos usados por los consultados para seguir comiendo bien sin dejarse el sueldo en ello.

“El bacalao en salazón se vende menos porque los lomos están ya a 16 euros el kilo. Lo que más vendo ahora es oreja de cerdo, pata y chorizos, porque están más baratos”, explica Carlos Sotelo, de Jamones Javier Martínez. “Se venden muy bien el lirio, el jurel y la caballa, que cuestan unos cinco euros el kilo. La merluza y el marisco salen mucho menos y solo el fin de semana”, señala Lola Pérez, socia de la pescadería Lola y Espe.

En la carnicería Milucho hay una actividad frenética; el cerdo y pollo siguen siendo asequibles. Así lo asegura su copropietario, Manuel González, que reconoce que “ahora lo primero que preguntan los clientes es qué producto está de oferta”. Lo que más venden es aguja, chuleta y lacón de cerdo, que no superan los cinco euros el kilo, y el pollo, que está a 3,25.  “La ternera, el cordero y el cabrito subieron mucho; ahora tienen menos salida”, reconoce González. “Por mucho sueldo que tengas, no hay dinero que aguante. Habría que cobrar 2.000 euros para comer bien”, opina una de las carniceras.

En Frutas Ángeles, su dueña, Yolanda Dopazo, confiesa que ha subido todo. “Quizás lo que mejor se vende es la mandarina, que está a 1,5 euros el kilo, y la manzana, a 2 euros”, apunta. En Queixos Amalia hay productos que han doblado su precio como el brie con trufa. “Ahora mucha gente paga cantidades pequeñas con tarjeta de crédito y no con efectivo. Antes era al revés”, indica. Coincide con ella José Castro, de la Jamonería Castro: “Antes el final de mes comenzaba el día 25 y , ahora, empieza el día 20”.

MENOS KIWIS, MÁS GARBANZOS

A Olga Calvo, economista, la inflación ya le ha cambiado la dieta. “En la pescadería antes compraba merluza o lo que me apetecía y, ahora, compro lo que está de oferta. También me fijo más en los precios del supermercado y compro más marca blanca”, reconoce. También Puri Couso, personal de banca, ha adaptado sus menús familiares a la subida de precios. “Agora merco máis porco e menos terneira que antes.  Os kiwis non baixan de catro euros o kilo. Antes comíamos os que nos daba a gana e, agora, un diario, e punto”, señala. “O peixe tamén está moi caro, así que o que fago é alargar, reciclar e poñer máis hidrato en vez de tanta proteína, coma garbanzos”, explica. La periodista Alba Pazos, que va a ser mamá, se queja de que antes una bolsa de fruta le costaba diez euros y ahora el doble, pero afirma que intenta recortar gastos en ocio y no en alimentación, dada su importancia para la salud.

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