Las fuertes precipitaciones que se vivieron ayer en la provincia dejaron un catálogo de incidencias y desperfectos. Desde accidentes de circulación, a una capilla que se vino abajo en Carballiño o las termas de la ciudad anegadas. En solo 24 horas, en algunos puntos se acumularon cerca de 30 litros por metro cuadrado y soplaron rachas a 90 kilómetros por hora.
Además, en Cabeza de Manzaneda, ya se apreciaron las primeras nieves de la temporada. La estación amaneció bajo un manto blanco.
Le escena más dramática se vivió ayer por la mañana en Pazos de Arenteiro. Las intensas lluvias derribaron una parte de la estructura de la capilla de San Roque. La ermita forma parte del Conjunto Histórico Artístico de esta aldea, declarada también Bien de Interés Cultural.
Los vecinos descubrieron los desperfectos entre las 08,30 y las 09,00 horas de ayer. De la doble pared de la parte posterior del templo quedó en pie únicamente la cara interior, mientras que la exterior se encuentra en el suelo.
Alertado el párroco y el Concello de Boborás, un técnico inspeccionó la estructura, asegurando que el derrumbamiento era a consecuencia de las lluvias.
Con el apoyo de los vecinos, que se mostraron muy afectados por lo ocurrido, personal municipal y el sacerdote procedieron a retirar y poner a buen recaudo todo el contenido de la capilla por temor a que sigan produciéndose derrumbes, excepto el retablo que deberá ser retirado por personal especializado.
Se trata de una capilla de origen medieval que antiguamente pertenecía al Pazo dos Feixóo (del año 1.553) y que hace años pasó a ser de la parroquia. Allí celebran los vecinos el San Roque y se ofician misas y novenas durante todo el año.
“Menos mal que dentro non houbo danos, porque o interior quedou intacto”, explicaba una vecina, señalando que “non sabemos se caeu pola noite o pola mañá”.
La alcaldesa, Patricia Torres, declaraba que los técnicos inspeccionarán hoy toda la estructura “por se resultase afectada” y se procederá a apuntar aquellas partes en donde sea necesario para asegurar la estructura y evitar más derrumbes. Además, como las previsiones son de que continuarán las lluvias también está planificada la colocación de una lona para resguardar la zona dañada.
El párroco, Carlos Arce, apunta que hay algunas piedras que se han movido de la estructura exterior y que también “costounos un pouco abrir a porta e hai goteiras no interior, polo que houbo movemento de tellas e cedeu algo a estructura, por iso os técnicos dixeron que hai que apuntalar para evitar máis danos”. Patricia Torres afirma que posteriormente, junto con el párroco, buscarán financiación para la rehabilitación de este importante elemento patrimonial.
Este mes que acaba de concluir es el octubre más lluvioso de la década y el segundo del siglo en la cuenca del Miño en Ourense. Desde el 1 de octubre, cayeron 294,5 litros por metro cuadrado en toda la zona que abarca el Miño Bajo. Ningún registro había alcanzado los 200 litros desde el año 2013-2014, cuando habían caído 316,3 litros por metro cuadrado.
En la ciudad, el récord de lluvias es mayor: desde el día 1 de este mes cayeron más de 220 litros por metro cuadrado, superando todos los registros desde 1987, cuando en este mismo mes se había llegado a 281,9 litros en Ourense. Según los datos, se recogieron el doble de precipitaciones e que el año anterior y tres veces más que en 2021.
A lo largo de la jornada, también ocurrieron varios siniestros de circulación. El primero surgió por la mañana. Un camión y un turismo chocaron y generaron una gran congestión en uno de los accesos a la N-525 desde Ourense, concretamente en las inmediaciones del barrio de O Couto.
Por la tarde, a las 17,45 horas, un motorista se salió de la vía y se precipitó sobre el asfalto en la OU-101, que va desde Ourense hasta Maceda. Dado que resultó herido, tuvo que ser trasladado al hospital.
Por otra parte, en Ferreira de Pantón (Lugo), en la N-120, se produjo un choque entre dos personas mayores, que también fueron trasladadas.
