La Guardia Civil interceptó en Ourense a un padre y un hijo. Ambos se encontraban en estado ebrio, y era el hijo quien conducía el coche pese a ser menor de edad, no tener carné y estar bajo los efectos del alcohol hasta el punto de duplicar la tasa permitida.
Sobre las 23,45 horas del pasado viernes día 5 de mayo, componentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ourense realizaron un control de alcoholemia en el km 580 de la carretera N-120, en las proximidades del barrio de Santa Cruz de Arrabaldo.
Al detener a un vehículo Ford Mondeo que se dirigía a la localidad de Punxín, los agentes del Instituto Armado observaron que su conductor presentaba síntomas evidentes de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas, arrojando una tasa de 0,52 mg/l en la primera prueba y 0,51 ml/l en la segunda.
Este conductor, además, era menor de edad y, como es lógico, no había obtenido el permiso de conducir, por lo que fue investigado por dos delitos. Por un lado, el de conducir un vehículo a motor sin haber obtenido nunca el permiso o licencia para hacerlo, como establece el artículo 384 del Código Penal. Por otro, el de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, como también establece, en este caso, el artículo 379.2 del Código Penal español.
El menor iba acompañado por su padre. Eso sí, el progenitor no pudo hacerse cargo del vehículo, ya que también arrojó un resultado positivo en alcohol. Se le investiga por un presunto delito de cooperador necesario en un supuesto delito contra la seguridad vial, en el que habría incurrido su hijo al conducir un vehículo a motor sin haber conseguido previamente el permiso o licencia de conducción.
El padre, en el juicio rápido al que fue sometido, resultó condenado, como autor responsable de un delito contra la seguridad vial, a la pena de 22 días de trabajo en beneficio de la comunidad.
Son días intensos para la Guardia Civil en Ourense, cuando también intervinieron en una serie de peleas en Xinzo de Limia, entre otras actuaciones.
