Jácome manejó ya cerca de 600.000 euros de subvenciones públicas a Democracia Ourensana

Un escrito firmado por el ahora alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, el 16 de junio de 2011, apenas cinco días después de convertirse en concejal de la ciudad por primera vez, planteaba que el Concello asignase un fijo de 3.000 euros por grupo político y una cantidad variable de 200 euros por cada edil electo. Este puede ser el perfecto resumen del modus operandi que Jácome ha seguido en los ya más de 10 años que lleva ejerciendo la política institucional, que solo en subvenciones públicas por la representación de su partido, Democracia Ourensana, le ha permitido manejar cerca de 600.000 euros, cifra a la que hay que sumar sus retribuciones a título personal y las donaciones y aportaciones que realizaban periódicamente sus compañeros de Corporación y los múltiples trabajadores eventuales que ha contratado. Ha sido, sin embargo, el cobro de seis cheques por importe de casi 100.000 euros desviados desde la cuenta a nombre del grupo municipal de DO los que centran la querella impulsada por la Fiscalía de Ourense contra Jácome, al entender que existe una malversación de caudales públicos. El ministerio público entiende que ese dinero que aportan las administraciones para que los grupos políticos puedan realizar su actividad ordinaria o para el funcionamiento del partido. Los números de Jácome, sin embargo, no parecen cuadrar. Crecimiento En su primer mandato en la oposición (2011-2015), tras no fructificar su petición sobre las asignaciones, percibió mensualmente 1.050 euros, lo que a lo largo de los cuatro años supuso 50.400 euros. Las elecciones de 2019 catapultaron a DO hasta los ocho ediles y, en consecuencia, los ingresos que manejaba Jácome crecieron como la espuma hasta los 194.400 euros, una cantidad a la que hay que sumar las aportaciones percibidas en la Diputación, donde se estrenó con dos diputados que, según el modelo del ente provincial, generó una subvención por el mandato de 129.600 euros. En total, por esos cuatro años 324.000 euros. Los comicios de 2019 y el posterior pacto con el PP que le aupó a la Alcaldía no solo tuvo consecuencias en el estatus político, sino que aprovechó la mayoría absoluta que en aquel momento tenía para aprobar un incremento del 55% en las asignaciones a los grupos políticos, pasando tanto la cantidad fija como variable por concejal a 700 euros. Jácome hacía efectiva así una subida que ya trató de conseguir en 2015, aunque en aquel momento su planteamiento cayó en saco roto. En la Diputación, por su parte, se mantiene sin cambios. Apenas superado el ecuador del mandato, las cantidades que el Concello ha ingresado a DO casi igualan a las del mandato anterior. Sin embargo, Jácome ha encontrado una piedra en el camino al ver como el abandono de cuatro de sus concejales le supuso una merma de 2.800 euros mensuales que ahora el regidor quiere recuperar de forma retroactiva. Para ello, aprobó la semana pasada en junta de gobierno la modificación de las dotaciones económicas para que siempre se tengan en cuenta los resultados electorales de la formación. Sin embargo, Jácome necesitará que el pleno valide esta decisión. Sin explicaciones Para fiscalizar y vigilar el uso de esos fondos, los portavoces están obligados a realizar una contabilidad que debe ser publicada anualmente y que Jácome escondió durante mucho tiempo. La exigencia del Tribunal de Cuentas después de una solicitud realizada por los concejales críticos que terminaron abandonando DO confirmó lo que el propio líder de la formación nunca ha escondido, que las cuantiosas ayudas públicas solo están agrupadas bajo el epígrafe “publicidad y comunicación”, con partidas ínfimas para gastos bancarios. En el último informe publicado, correspondiente al 2020 y publicado en la web municipal, hay además una contabilidad chocante. Se recogen unos ingresos superiores a los 58.000 euros pero solo 89 euros en gastos. Según este documento, se transfirieron al partido -que no tiene actividad, inmovilizado ni afiliados- cerca de 75.000 euros.