José David Vázquez Bóveda: "Una de cada tres enfermeras recibe amenazas cada año"

La violencia contra las enfermeras ourensanas es un problema oculto. Una de cada tres recibe amenazas cada año y dos de cada tres, violencia verbal, pero ninguna lo denuncia, según José David Vázquez, secretario del Colegio de Enfermería de Ourense, que tiene 1.800 miembros. Recién nombrado nuevo coordinador del Observatorio de Agresiones a Enfermeras, advierte que la violencia que no se denuncia acaba repitiéndose. ¿Cuándo se creó el observatorio? Empezamos en 2017 y hacemos recopilaciones anuales de las comunicaciones oficiales que nos hacen las enfermeras a través de internet. Tenemos un protocolo que explica qué tipos de agresiones podemos estar recibiendo, como un abuso o una amenaza. ¿Qué datos tienen? Son paupérrimos porque no tenemos denuncias. Hacemos una encuesta anónima que concluye que una de cada tres enfermeras recibe una amenaza a lo largo del año, y dos de cada tres sufren violencia verbal, el 66%. Este observatorio se crea para dar luz a estos datos porque lo que no se denuncia no ocurre ni importa. Queremos que las enfermeras se sientan seguras y sepan que estas cosas que les pasan son denunciables. ¿Por qué no denuncian? Como la mayor parte de la violencia se ejerce de forma verbal, la enfermera confía en que la resolución de los problemas la puede llevar a cabo sin meterse en más fregados. Las enfermeras no quieren solucionar las cosas con una denuncia, no le dan la importancia necesaria a la violencia verbal y creen que la pueden manejar sin necesidad de ir más allá. Solo tuvimos dos comunicaciones de agresiones al observatorio en 2020, pero no presentaron denuncia. ¿Cuál es la diferencia entre amenaza y violencia verbal? Cuando hablamos de violencia, en general, estamos incluyendo la amenaza verbal y física. Afortunadamente, en nuestra ciudad, la población tiene una edad y el problema de la violencia no es tan grave como en barrios superpoblados de ciudades grandes y con menor manejo de la presión. ¿Dónde hay más violencia? La presión asistencial en Urgencias no tiene nada que ver con la de Oncología y, seguramente, los diagnósticos de Urgencias serán mejor llevados que los de Oncología, pero probablemente donde haya más violencia será en Urgencias y a determinadas horas. Sabemos que el 50% de las amenazas, verbales o físicas, vienen de los familiares y el otro 50%, de los pacientes. Dentro del colectivo sanitario, las enfermeras reciben el 50% de las agresiones. Somos muchas, estamos más expuestas y pasamos más tiempo con el paciente. Esto no lo justifica, pero si un colectivo denuncia más parece que se le agrede más. No se puede obviar un insulto o una falta de respeto. Trabajan la formación. Sí, les damos las herramientas, cursos y lo que necesiten para poder afrontarlo. Queremos espacios de trabajo seguros y distancias de seguridad. Hay que avisar a los compañeros, apretar el botón SOS del ordenador y seguir el protocolo interno del Sergas para gestionar la violencia. Se reunieron con la Policía. Nos hemos aliado con una línea ministerial directa y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Hay dos figuras: de la Guardia Civil y la de Policía Nacional. Nos han dicho que si no se denuncian los casos, no existe el problema. Llamando al teléfono de emergencias o a la aplicación AlertCops, podemos avisar de cualquier agresión. Las enfermeras tendrán a su disposición a un agente en pocos minutos. No debemos minusvalorar las agresiones ni hacernos las valientes. Si no creemos que es un problema, igual cuando lo tengamos ya es demasiado tarde. ¿Deben avisar al Colegio? Sí, hay que hacer el registro en el colegio para arrojar luz sobre qué zonas del hospital, centros de salud, horas, tipo de paciente y actividad genera más violencia. Así podremos establecer protocolos y comunicar los datos a los agentes para que les sea más fácil actuar. Lo ideal sería que la enfermera denunciara todos los casos de violencia, física o verbal. ¿Cuál es su objetivo? El objetivo es que ninguna enfermera tenga miedo a sufrir una agresión en su puesto de trabajo. Promovemos la formación, tanto para prevenir como para solucionar. Si no denuncias, puede repetirse. Nada justifica una agresión y nadie tiene que sentirse culpable por denunciarla. ¿Cómo es el protocolo? Lo primero es protegerse. Luego, avisar a los compañeros para tener testigos y ayuda, y llamar a seguridad. Los colegiados tienen asesoría jurídica gratuita. ¿En qué zonas hay más agresiones? Es el dato subjetivo de la experiencia. Las áreas de más presión asistencial, como Urgencias, centros de salud con más carga de trabajo, y plantas donde hay más personas acompañando al paciente, pueden ser más conflictivas. El horario nocturno siempre tiene más riesgo, pero los picos de presión asistencial generan mayor nerviosismo y violencia. Que la carga de trabajo esté en picos tan altos no satisface a nadie. La violencia contra las enfermeras es un problema oculto. ¿No hemos salido mejor de la pandemia? La sociedad está más crispada y tiene menos tolerancia a las esperas y a las noticias malas.