El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía Antonio Moreno Andrade consideró que, en los procesos por denuncias de pacientes contra profesionales de la sanidad, es necesaria una mayor celeridad, para evitar que el profesional se pase 3 años esperando saber si es o no culpable.
Moreno participó en las XXXVI Jornadas de Enfermería y Justicia que se celebran en el campus universitario de Ourense, con asistencia de 400 enfermeros de la provincia, donde también impartió hoy una conferencia el juez de instrucción de Vigo y ex-alcalde de la ciudad, Ventura Pérez Mariño.
El magistrado que preside el Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Andalucía, explicó momentos antes de su conferencia que el número de procesos abiertos por denuncias de pacientes o familiares contra personal sanitario, no es significativo y que la principal dificultad que encuentran los denunciantes es aportar esa prueba definitiva que vincula una enfermedad o muerte con mala praxis.
Recordó que en los años 80 se dictaron varias sentencias sobre responsabilidad de los sanitarios sin aplicar de forma total el Código Penal, ya que no daban prioridad a la presunción de inocencia del acusado, pero ahora es más complicado y difícil, porque hay que probar que un médico o enfermera no actuaron correctamente y esto no tiene nada que ver con el corporativismo.
También explicó que el número de demandas aumentó en los últimos años debido a que los pacientes conocen mejor sus derechos y a que muchos delegan en las compañías de seguros la reclamación.
Por su parte, el juez Ventura Pérez Mariño, impartió una conferencia sobre ética y derecho, en la que, según explicó a Efe, explicó a los enfermeros que el ejercicio de su profesión puede llegar a la excelencia si además de aplicar sus conocimientos, son capaces de tratar al paciente poniéndose en su lugar.
Este trato que lleva a la Enfermería a la excelencia, según Pérez Mariño, no tiene más control que el que ejerza cada profesional sobre sí mismo y no tiene respuesta legal, porque no es exigible por parte de nadie.
Como última actividad de las jornadas, el salón de actos del edificio politécnico universitario acogió un simulacro de juicio por la supuesta negligencia de una matrona, en el que Moreno Andrade hizo el papel de juez, Pérez Mariño de fiscal y tres enfermeras representaron a la abogada defensora y a dos peritos.
El magistrado que preside el Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Andalucía, explicó momentos antes de su conferencia que el número de procesos abiertos por denuncias de pacientes o familiares contra personal sanitario, no es significativo y que la principal dificultad que encuentran los denunciantes es aportar esa prueba definitiva que vincula una enfermedad o muerte con mala praxis.
Recordó que en los años 80 se dictaron varias sentencias sobre responsabilidad de los sanitarios sin aplicar de forma total el Código Penal, ya que no daban prioridad a la presunción de inocencia del acusado, pero ahora es más complicado y difícil, porque hay que probar que un médico o enfermera no actuaron correctamente y esto no tiene nada que ver con el corporativismo.
También explicó que el número de demandas aumentó en los últimos años debido a que los pacientes conocen mejor sus derechos y a que muchos delegan en las compañías de seguros la reclamación.
Por su parte, el juez Ventura Pérez Mariño, impartió una conferencia sobre ética y derecho, en la que, según explicó a Efe, explicó a los enfermeros que el ejercicio de su profesión puede llegar a la excelencia si además de aplicar sus conocimientos, son capaces de tratar al paciente poniéndose en su lugar.
Este trato que lleva a la Enfermería a la excelencia, según Pérez Mariño, no tiene más control que el que ejerza cada profesional sobre sí mismo y no tiene respuesta legal, porque no es exigible por parte de nadie.
Como última actividad de las jornadas, el salón de actos del edificio politécnico universitario acogió un simulacro de juicio por la supuesta negligencia de una matrona, en el que Moreno Andrade hizo el papel de juez, Pérez Mariño de fiscal y tres enfermeras representaron a la abogada defensora y a dos peritos.
