Hadrián F.Q. fue condenado a un año y cuatro meses de prisión por asaltar en la calle a sus propios padres para apoderarse del bolso de la madre, llegando incluso a golpear al progenitor con una patada en el estómago. La misma sentencia, que reconoce la condición de toxicómano del hijo, le prohíbe acercarse y comunicar con sus padres durante dos años y medio.
El inculpado, que se negó a declarar en el juicio, arrebató el bolso de la madre el 15 de marzo de este año cuando se citó con los progenitores en el Jardín del Posío a las 07,15 horas para pedirles dinero. Los denunciantes se negaron y el acusado comenzó a seguirlos hasta la plaza de San Cosme, en donde agredió al padre, quien previamente había llamado a la Policía.
Tras apoderarse del bolso, arrojó los efectos al suelo salvo la cartera, que contenía 36,55 euros. La Policía Local localizó poco después al inculpado en el barrio de Covadonga, logrando recuperar la cartera y el dinero.
La jueza tiene en cuenta "el preciso y persistente relato de los denunciantes", que es refrendado por otros datos periféricos. La ponente no pasa por alto que la declaración de los padres desvirtúa la presunción de inocencia del hijo. "No se aprecia en los mismos el más mínimo ánimo de resentimiento o venganza; bien al contrario, se advierte como en todo momento su relato ha estado presidido por su única voluntad de que su hijo trate su problema de adicción a las drogas", recoge la sentencia.
Además, la cartera de la madre fue localizada en poder del encausado, un dato objetivo que también es valorado por la magistrada. Los agentes manifestaron en el juicio que Hadrián les reconoció que había sustraído la cartera.
El fallo habla de un robo violento porque tiró del bolso y la madre reconoció que tuvo que soltarlo para evitar que su hijo le hiciera daño lo que, según recoge, "evidencia que tuvo que emplear fuerza física", además de la patada que le dio al padre, que no resultó lesionado.
