El jurado popular del juicio por la muerte de Nerea Añel declara culpable a Julio González Sierra, pareja de la fallecida, de un delito de homicidio por omisión. El veredicto, leído a última hora de la tarde de ayer en la Audiencia Provincial de Ourense, considera que Nerea murió en enero de 2020 a causa de un traumatismo craneoencefálico y vertebral porque su entonces novio “no le prestó la asistencia que debería”.
La condena
El fiscal de la causa, Julián Pardinas, pide 12 años y 6 meses de cárcel para Julio, teniendo en cuenta el agravante de parentesco con la víctima y el atenuante de su adicción a las drogas. Por su parte, el letrado de la acusación particular, Jorge Temes, solicita 14 años de prisión, mientras que la defensa pide un atenuante de la pena por la “grave” drogodependencia de Julio.
Ahora será la Audiencia Provincial quien estipule cuál será la condena definitiva del acusado, quien tras la lectura del veredicto fue trasladado de vuelta a la prisión de Pereiro de Aguiar, donde cumple una pena anterior.
La madre de Nerea, Belén Vázquez, también escuchó la decisión del tribunal popular, acompañada de varios familiares y visiblemente emocionada. Al terminar la vista, abrazó a Jorge Temes y Julián Pardinas, a quienes les agradeció su implicación.
Violencia machista
El tribunal popular, que deliberó en una única sesión después de cuatro de juicio, declara probado, por unanimidad, que Julio y Nerea eran novios, y que ella era víctima de violencia machista. “Se estima que agredida en varias ocasiones por declaraciones de testigos”, declaró el jurado. También considera cierto que ambos se fueron juntos del Motel Cancún el 15 de enero de 2020, “corriendo” por el Camiño dos Muíños. En contra de la declaración de Julio, el jurado cree probado que él se encontraba presente cuando, “en un punto no determinado del camino”, Nerea sufrió el traumatismo craneoencefálico vertebral.
Sobre la causa del golpe, el jurado considera que, a la vista de las declaraciones de los forenses, no hay pruebas suficientes para discernir qué lo provocó -el cadáver fue hallado ocho meses después, lo que dificultó la autopsia-. Pero sí considera probado que Julio estaba allí, con ella, y no la socorrió ni avisó a emergencias sanitarias. Pese a la drogodependencia del acusado, no creen que se encontrase en un estado que no le permitiese “querer ni comprender sus actos”.
