Un hombre fue juzgado ayer en el Penal número 2 de Ourense acusado de un delito continuado de robo en relación a un delito de falsedad en documento oficial. Los hechos que la fiscal atribuía a Santiago R.D. ocurrieron en septiembre de 2005.
Según la acusación pública, el acusado rompió una ventana del centro de salud de Vilamartín y fue al despacho de un médico, donde se había apoderado de una bacaladera para tarjetas sanitarias, un sello de identificación del facultativo y un talonario de recetas oficiales.
Dos días después, según la fiscal, el acusado habría hecho lo mismo, entrando en otro despacio y cubriendo de su puño y letra una receta con la prescripción de un medicamento, estampando el sello e imitando la firma de un médico. No obstante, no logró su propósito, al sospechar la farmacéutica de la receta. Los objetos sustraidos fueron recuperados, a excepción de una bacaladera, valorada en 412 euros.
La fiscal solicitaba inicialmente una pena de dos años y medio de prisión y el pago de una multa, así como una indemnización al Sergas de 412 euros.
Dos días después, según la fiscal, el acusado habría hecho lo mismo, entrando en otro despacio y cubriendo de su puño y letra una receta con la prescripción de un medicamento, estampando el sello e imitando la firma de un médico. No obstante, no logró su propósito, al sospechar la farmacéutica de la receta. Los objetos sustraidos fueron recuperados, a excepción de una bacaladera, valorada en 412 euros.
La fiscal solicitaba inicialmente una pena de dos años y medio de prisión y el pago de una multa, así como una indemnización al Sergas de 412 euros.
