La línea gallega de alta velocidad se convierte en la más cara de España

Viajar a la capital española desde Ourense es hasta cuatro veces más caro que hacerlo desde Barcelona o Valencia

El retraso en la llegada de los trenes AVRIL ha convertido la línea gallega de alta velocidad en la más cara de España. El éxito logrado durante su primer año de servicio se ha vuelto en contra de los usuarios, al no disponer Renfe de trenes con los que incrementar la oferta. Los nuevos trenes, que el operador público espera recibir de Talgo permitirían incrementar el número de plazas en un 50%.

Sin embargo, las noticias reveladas por la secretaria de estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, auguran que Ourense tendrá que pasar otro verano con una limitada oferta de plazas en una línea que está ya en una ocupación media que supera el 85% de las plazas. El principal perjudicado será el viajero que o no dispondrá de billetes o tendrá que enfrentarse a precios que pueden ser hasta cuatro o cinco veces más caro para viajar de Ourense a Madrid que de otras ciudades como Valencia o Barcelona.

La gran demanda de billetes producida por el éxito comercial de la línea ha provocado un efecto perverso para el viajero, que se enfrenta a precios más altos que el resto de las líneas españolas de alta velocidad y a más días con los trenes completos, como sucedió las pasadas navidades y volverá a ocurrir en Semana Santa y el próximo verano, si como anunció la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, en una entrevista en TVG la homologación de los trenes AVRIL se demora hasta el próximo otoño. 

El sistema de precios dinámicos de Renfe, sitúa los precios máximos y mínimos en función de la demanda de billetes y esos precios son notablemente más bajos donde ya hay competencia. Para comprobarlo hemos elegido una fecha a medio plazo, 10 de febrero de 2023, para comprobar los precios en las diferentes líneas de alta velocidad. Para ese día, el billete más barato entre Ourense y Madrid es de 34,90 euros (AVE) y el más caro, 87,15 (Alvia).

Con una distancia similar y sin operadores compitiendo con Renfe, viajar de Sevilla a Madrid ese mismo día cuesta 32,20 euros en el tren más barato y 72,45 el más caro. Entre Alicante y Madrid, los precios van de 34,60 a 62,30. Donde ya opera la competencia a Renfe esa diferencia se agranda. Así, entre Valencia y Madrid, el tren más caro de Renfe es un AVE que cuesta 46,30 euros y el más barato, un AVLO, (19 euros).

Pero ese mismo día es posible viajar por 18 euros con Iryo y por 9 euros con Ouigo, la compañía “low cost” francesa. Otro tanto sucede con los viajes entre Madrid y Barcelona, un trayecto un 25% más largo que entre Ourense y Madrid pero que a la hora de comprar el billete no se traduce en un mayor precio. Para el mismo 10 de febrero, el billete más caro entre Madrid y Barcelona en AVE es de 93,95 euros y el más barato, de 25 euros en AVLO. Los usuarios que opten por la competencia a Renfe encontrarán billetes por 19 euros en los 5 trenes diarios de Ouigo y por 18 euros en el más barato de Iryo y 39 en el más caro.

Los plazos del Avril, sin datos claros, se demoran

Las declaraciones de Isabel Pardo de Vera en TVG han sumado más confusión a la situación de los trenes Avril de los que depende Galicia para resolver la falta de plazas en sus trenes y acortar el tiempo de viaje con Madrid para ciudades como Vigo y A Coruña. Mientras Talgo asegura que la finalización de las pruebas es cuestión de semanas, Pardo de Vera señaló que la incorporación de los nuevos trenes al parque de Renfe podría demorarse hasta el próximo otoño,  circunstancia que ha causado honda preocupación en la consellería de Infraestruturas e Mobilidade, al suponer un nuevo incumplimiento del compromiso adquirido por la ministra de Transportes en 2021.

Lo cierto es que, una vez que Talgo concluya las pruebas, entra en una fase de duración indeterminada, cual es la tramitación burocrática ante las dos agencias de seguridad ferroviaria: la AESF, española y la ERA, europea. Terminada la fase de papeleo, antes de entrar en servicio tienen que ser verificados cada uno de los 30 trenes que espera Renfe. 

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