Compositor argentino

Litto Nebbia: ‘El tango pasa por distintas épocas sin perder su espíritu’

El músico Litto Nebbia. (Foto: Archivo)
El Auditorio de Ourense ofrece hoy a las 22,00 la actuación del compositor argentino Litto Nebbia.
Es uno de los músicos más reconocidos y respetados de la música popular argentina que se ha dedicado a rescatar el tango.
¿Con qué va a sorprender esta noche?

Esta vez actúo en solitario con mi guitarra y mi piano, cantaré canciones de distintas épocas y algunas nuevas de mi último álbum. Es un disco que musicaliza textos de Juan Mari Montes. Acabo de terminar de grabarlo en Madrid bajo la producción de Paco Ortega. En este trabajo también he compartido sesiones con músicos españoles y saldrá publi cado para el mes de octubre.

¿Qué conciertos tiene previstos por España?

Durante el mes de julio realizaré una serie de galas por Madrid, después de esta noche, en Valencia, Mallorca y por último actuaré en la Expo Zaragoza 2008, con la banda ‘La Luz’.

¿Cómo ve el futuro del tango?

Es una música de raíz, como el jazz, blues o el flamenco. Es una música estable que puede pasar por diferentes épocas y distintos artistas, sin perder su espíritu.

Usted dirige la discográfica Melopea, ¿cómo se compite con los grandes?

No competimos con nadie, no produzco nada para competir con lo que está de moda, es una discográfica cultural que se dedica al tango, flamenco, bandas sonoras de películas, jazz, entre otros estilos. Es una discográfica pequeña pero con prestigio. Por el momento se va desarrollando.

¿Tiene algún método para componer las canciones?

No, es una necesidad de expresión, aparece en el momento que menos te lo imaginas. Las canciones aparecen, se te van ocurriendo.

¿Qué aconseja a las nuevas generaciones de músicos?

Creo que tienen que estar muy convencidos y apasionados por lo que hacen. Ahora todos quieren tener éxito y ser famosos. Esta idea te aparta de lo que realmente te gusta hacer. Hay que dedicarle tiempo, esfuerzo, además son imprescindibles la suerte y el talento. La ansiedad por triunfar deforma la música. Se debe tocar por el simple placer.


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