A media mañana del jueves, algunos usuarios de la residencia San Martiño, en Luíntra (Nogueira de Ramuín), disfrutaron de una de las fiestas más típicas de la provincia: el magosto. Las trabajadoras del centro organizaron, con mucha ayuda por parte de los usuarios, una celebración al estilo tradicional, con una fogata presidiendo el patio delantero donde se asaron las protagonistas de la fiesta: las castañas.
La directora de la residencia, Celia Rodríguez, indica que “aos usuarios encántalles. É falarlles de festa e apuntarse todos, e pasa especialmente co magosto, porque é unha festa moi arraigada e coa que están moi familiarizados dende nenos con todos estes procesos: apañar as castañas, asalas, comer chourizos”. Rodríguez subraya lo atentos que los mayores están para que todo salga bien: “Sempre están mirando en que poden axudarnos, se nos poden acompañar a comprar as cousas que fan falla”, indica.
Teresa Blanco: “As castañas, para que non estoupen hai que picalas un pouco antes de asalas”
Los usuarios están encantados de celebrar esta fiesta. Teresa Blanco lleva toda la vida celebrando esta fiesta y conoce los secretos para lograr el punto perfecto de la castaña y lograr el mejor sabor: “As castañas, para que non estoupen hai que picalas un pouco antes de asalas”. Esta residente recuerda con detalle los días de recoger castañas por los soutos cercanos, guardar una parte para consumir y vender el sobrante. “Nós comiámolas con leite, con chourizo ou co que fose”, ríe.
Francisco Martínez: “Lo que más me gusta es la música para poder bailar después de comer todos juntos”
Rosa Pérez también recuerda los magostos de su infancia, cuando las castañas se asaban “en el suelo, en una fogata grande, muy bien asadas, no como hacen ahora, que las dejan demasiado tiempo y quedan quemadas”. Insiste en que las parrillas “son un invento moderno”. Subraya la importancia de guardar las castañas después de asarlas y taparlas con un paño para que recuezan y así lograr un mejor sabor.
Josefa Osorio: “Levabamos viño, empanadas e xuntabámonos todos os da aldea e os da contorna”
Josefa Osorio, no puede comer castañas por su estado de salud, pero le encanta esta celebración. Es oriunda de la zona en la que se ubica la residencia y recuerda las “grandes xuntanzas para celebrar a festa, levabamos viño, empanadas e xuntabámonos todos os da aldea e os da contorna”.
MÚSICA DE FIESTA
Pero no todo iba a ser comer. Hubo algunos usuarios, como Francisco Martínez, que esperaba deseoso la llegada de la música para poder bailar unos minutos. “Comer todos juntos está muy bien. Otros años nos ponen música para poder bailar y me gusta mucho”, contaba.
Rosa Pérez:“Nosotras asábamos las castañas en el suelo, en una fogata grande. Y bien, no como hacen ahora"
Así, los mayores de esta residencia, gestionada por la Fundación San Rosendo, se lo pasan en grande, dejando a un lado sus rutinas y participan activamente, en función de sus posibilidades. La fisioterapeuta de la residencia, María Ramos, destaca que estas actividades ayudan a trabajar en la alegría, “porque as dores, cando estás celebrando unha festa, semellan desaparecer”.
