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Un mando de la comisaría dice que no discutió con el policía muerto en 2016

Contradice a una funcionaria que dice que hablaron pero enfadados

El secretario general de la Comisaría de la Policía Nacional de Ourense, Juan Manuel Sardiña, asegura que, un día antes de la muerte del policía Celso Blanco, no discutió con él. Aunque este jueves no precisó los temas que abordaron -primero por teléfono y después en su despacho-, asegura que la conversación versó sobre temas inherentes al funcionamiento de la comisaría, pero en un tono relajado.

El testigo fue citado a declarar en calidad de testigo por la jueza que instruye la muerte violenta de Blanco, atribuida inicialmente a un suicidio aunque ahora se investiga un supuesto homicidio por parte de los gemelos Bernardo y Roi D.L. compañeros y amigo del fallecido. Precisamente, su abogado fue el que interesó esta  última testifical.

La versión de Sardiña contradice así la declaración de una funcionaria de las dependencias administrativas que aseguró que escuchó al mando y a la víctima conversar en "un tono enfadado" cuando acudió a media mañana del viernes 15 de abril de 2016 a su despacho, un día antes del fallecimiento. Otro testigo, en este caso un agente amigo de Celso, también había declarado que vio salir a este último del despacho y que apreció su enojo.


55 minutos de charla


Sardiña conversó con Celso Blanco en dos ocasiones ese mañana. Primero, mantuvieron una conversación telefónica de 25 minutos. Posteriormente, estuvo media hora en su despacho. En total, casi una hora.

No es la primera vez que el secretario general da explicaciones sobre este particular. Ya lo hizo antes de que el procedimiento se dirigiera contra los hermanos. En ese momento, declaró que la conversación con Blanco fue cordial:  una reunión con Celso en su despacho "para hablar de las actividades de la asociación policial en la que estaba la víctima, del funcionamiento de la oficina de prensa -esta allí asignado- e ideas nuevas que tenía".

Negó que mentaran las seis armas del búnker desaparecidas en agosto de 2014 y enero de 2015 ni de los anónimos enviados a Asuntos Internos y medios de comunicación advirtiendo de una trama de corrupción en la sede policial. Sardiña también descartó temas que pudieran enervar al agente fallecido. "En la conversación no hubo ningún tema de alteración", declaró, matizando que no detectó ninguna preocupación en él.

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