El economista Manuel Conthe señaló ayer en el Fforo La Región que la economía española seguramente se hubiese visto afectada por una crisis aunque no se hubiesen registrado los problemas que más la condicionan a nivel internacional, como las hipotecas de alto riesgo y el encarecimiento del petróleo, debido a la situación del mercado inmobiliario, una de las principales bases del modelo de crecimiento del país. También consideró que el Gobierno tiene poco margen de actuación y que serán las empresas las que nos sacarán de esta crisis.
Además de dos factores adversos en el contexto internacional -la crisis de las hipotecas de alto riesgo y el encarecimiento del petróleo- la actual ralentización de la economía española se produce también por la crisis de un modelo de crecimiento que era insostenible, basado en la demanda interna, el crédito y el alto peso del sector de la construcción, según expresó el ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, en la intervención que ofreció ayer en el Foro La Región. A su juicio, la situación del sector inmobiliario estaba predicha desde hace mucho tiempo, a pesar de que en España presentaba unos factores diferenciales, como el alto peso de la inmigración, unidades familiares cada vez más pequeñas, segundas residencias sobre todo por parte de extranjeros y también la especulación. Es por este factor que, a pesar de la influencia de factores hipotecarios y petrolíferos, en España teníamos que pasar por una crisis de manera inevitable, aunque acabó llegando unida a dichos elementos exteriores que nos hunden en la miseria.
En todo caso, el ponente consideró que el papel que han desempeñado los supervisores financieros en España ha sido ejemplar. El rigor del Banco de España no ha tenido parangón, frente a otros países (sobre todo el exceso de confianza de Estados Unidos). Pero, aún así, no hay sistema bancario que sea inmune a la crisis.
Conthe advirtió también sobre las diferencias en los datos que se ofrecen sobre crecimiento, señalando que la economía española todavía sigue al alza si se compara con respecto al mismo periodo del año pasado, pero el crecimiento sobre el trimestre anterior ya empieza a ser más bajo. El que quiere ser optimista usa tasas interanuales, pero al que está al pie del cañón no le interesa lo que pasó el año pasado, sino como mucho la situación desde el 1 de enero, que es adversa.
El Gobierno tiene pocos instrumentos para actuar
Con respecto a la actuación del Gobierno ante la situación económica, Conthe señaló que en España tendemos a sobreestimar el papel de las autoridades políticas sobre la evolución económica, también porque son ellos quienes en época de bonanza se atribuyen los méritos, mientras cuando la situación comienza a ir mal echan la culpa al otro. Pero la economía habría ido exactamente igual, manifestó. Añadió que, en la situación actual, el Gobierno tiene muy pocos instrumentos para poder actuar, si bien depositó su confianza en el mundo de la empresa como el principal agente que nos sacará de esta crisis, cuando poco a poco consiga crear empleo. Según considera, la ciudadanía reconoce que los empresarios serios, no los especuladores, acabarán tirando y sacando la economía adelante. En todo caso, sí indicó que es en situaciones económicas adversas cuando se pueden adoptar medidas necesarias para reconducir la economía que en situación de bonanza nadie tomaría, argumentando que hay reticencia a tomar medidas preventivas y se prefiere esperar a que la crisis se manifieste para acabar diciendo que es la coyuntura económica la que lo necesita.
En todo caso, el ponente consideró que el papel que han desempeñado los supervisores financieros en España ha sido ejemplar. El rigor del Banco de España no ha tenido parangón, frente a otros países (sobre todo el exceso de confianza de Estados Unidos). Pero, aún así, no hay sistema bancario que sea inmune a la crisis.
Conthe advirtió también sobre las diferencias en los datos que se ofrecen sobre crecimiento, señalando que la economía española todavía sigue al alza si se compara con respecto al mismo periodo del año pasado, pero el crecimiento sobre el trimestre anterior ya empieza a ser más bajo. El que quiere ser optimista usa tasas interanuales, pero al que está al pie del cañón no le interesa lo que pasó el año pasado, sino como mucho la situación desde el 1 de enero, que es adversa.
El Gobierno tiene pocos instrumentos para actuar
Con respecto a la actuación del Gobierno ante la situación económica, Conthe señaló que en España tendemos a sobreestimar el papel de las autoridades políticas sobre la evolución económica, también porque son ellos quienes en época de bonanza se atribuyen los méritos, mientras cuando la situación comienza a ir mal echan la culpa al otro. Pero la economía habría ido exactamente igual, manifestó. Añadió que, en la situación actual, el Gobierno tiene muy pocos instrumentos para poder actuar, si bien depositó su confianza en el mundo de la empresa como el principal agente que nos sacará de esta crisis, cuando poco a poco consiga crear empleo. Según considera, la ciudadanía reconoce que los empresarios serios, no los especuladores, acabarán tirando y sacando la economía adelante. En todo caso, sí indicó que es en situaciones económicas adversas cuando se pueden adoptar medidas necesarias para reconducir la economía que en situación de bonanza nadie tomaría, argumentando que hay reticencia a tomar medidas preventivas y se prefiere esperar a que la crisis se manifieste para acabar diciendo que es la coyuntura económica la que lo necesita.
