El incremento de guardia civiles en Ourense no frena el cierre de puestos

CARTÓN
photo_camera Puesto de la Guardia Civil de Celanova. MIGUEL ÁNGEL
Ourense cuenta con 869 agentes de la Guardia Civil, aunque tiene un 8% de vacantes sin cubrir, que elevaría la cifra hasta los 921 efectivos

La Guardia Civil es conocida como la “policía del rural”, y eso se nota en Ourense. El instituto armado tiene, según las últimas cifras del Ministerio del Interior, 869 agentes desplegados en la provincia, lo que significa que cuenta con más efectivos que nunca en los últimos años. Esta cifra se ha estabilizado desde el año de la pandemia y ha ido creciendo de forma constante desde que tocase mínimos en 2015, cuando había 826 funcionarios en Ourense.

Ahora bien, este incremento del número de efectivos no ha podido frenar el paulatino cierre de puestos en los últimos años. Es más, la falta de personal provoca que, a excepción de los de cabeceras de comarca, los puestos no atiendan a los ciudadanos por las tardes, ya que no hay la suficiente gente para ofrecer este servicio, que solo se da de mañana. “Únicamente, los puestos principales y las cabeceras de comarca tienen, a priori, la capacidad de ofrecer un servicio 24 horas”, reconoce el Gobierno.

Esta cifra de agentes desplegados significa que hay un guardia civil cada 350 habitantes, dato que está bastante por encima de la media española, que roza la ratio de uno cada 600 personas. En comparación con otras provincias, Ourense es la decimoquinta del país, que encabezan las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con uno por cada 130 habitantes. En la España peninsular, la ratio de agentes por habitante la encabeza Soria (uno cada 197 personas), seguida de Teruel y Huesca. En el lado opuesto están provincias más urbanas como Barcelona, que apenas cuenta con un guardia civil cada 3.154 habitantes. Comparando con las gallegas, Ourense tiene una tasa inferior a la de Lugo, pero por encima de Pontevedra y A Coruña. En total, el instituto armado tiene desplegados algo más de 80.000 efectivos en todo el territorio.

Por contra, y aunque Ourense destaca es en el porcentaje de plazas ocupadas, que es del 92,7%, significa que todavía hay un margen del 7,3% de vacantes sin cubrir en la provincia, lo que provoca, según fuentes del cuerpo, que haya patrullas que exceden sus límites para dar cobertura a servicios básicos que quedan desatendidos por la falta de personal.

El último cuartel cerrado en Ourense fue en el año 2013, en Entrimo, y también se cerró en los últimos años el puesto auxiliar de A Mezquita. De esta forma, el instituto armado tiene actualmente 33 puestos en Ourense, Carballiño, Cea, Tamallancos (Vilamarín), Beariz, Ribadavia, Cortegada, Leiro, Celanova, Bande, Ponte Barxas (Padrenda), Lobeira, Lobios, Maceda, Esgos, Luíntra (Nogueira de Ramuín), Calvos de Randín, Baltar, Xinzo de Limia, Allariz, Freás das Eiras (Ramirás), Vilar de Barrio, Verín, Cualedro, Trasmiras, Riós, A Gudiña, Maceda, Castro Caldelas, Trives, A Rúa, O Barco, Viana, A Veiga. 

El propio Gobierno de España reconoce en una respuesta a senadores del PP que muchos puestos de la provincia presentan un “grave deterioro, ocasionado por la falta de mantenimiento, inversiones básicas y abandono en los acuartelamientos e infraestructuras de la Guardia Civil durante el periodo 2011-2018”. Esta situación de dejadez durante años obligó al ejecutivo a acometer obras en puestos principales como el de Verín, Celanova y A Rúa por valor de más de 3,5 millones de euros, financiados con dinero del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno central. Durante 2022, estaban previstas inversiones en la ubicación de Ourense por una cantidad de 235.000 euros y un presupuesto asignado a 332.000 euros para “cubrir las necesidades existentes en toda la provincia”.

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