José Antonio Vázquez Taín une a su faceta de magistrado la de escritor al publicar su primera novela, 'La leyenda del santo oculto', sobre la que hablará en el Foro La Región esta tarde, a las 20.00 horas, en el Centro Cultural de la Diputación.
¿Cómo se lanza un juez a escribir literatura de ficción?
Pues con mucho miedo. Siempre me gustó escribir pero me costó decidirme porque no me creía con el nivel suficiente para escribir una novela. La gente que me rodeaba y que más me animó se ha quedado sorprendida, así que ahora no sé si es un piropo o si tengo cara de mal escritor (risas).
¿En qué se inspiró?
La novela es básicamente una visión que yo creo que falta del descubrimiento de la tumba del Apóstol. Aunque es un símbolo de Galicia, el 99,9% de los gallegos no tenemos ni idea de qué había ahí ni qué significa en nuestra Historia. Así que en 1999 pensé en investigarlo y tras años de averiguaciones, fui el primer sorprendido. Me subyugó de tal manera el mito que creía que esa historia tenía que ser contada. Me inventé una trama, mezclé novela histórica con novela negra y procuré que resultase fácil de leer.
Hay quien le acusa de oportunismo por incluir el robo del Códice.
A mí el robo del Códice y poder recorrer todas las esquinas de la Catedral me han servido de inspiración, ya que ahora para describir una escena no tengo más que cerrar los ojos y me sale un lugar real. En la novela quería meter muchísimos datos reales y los nombres de los personajes históricos y lugares lo son, porque nuestra Historia es tan rica que en Galicia podemos hacer 20 novelas y nos sobra trama. Después de un año escuchando a los medios pintando una Galicia atrasada, de bandoleros cutres y raterillos sin imaginación, a mí se me revolvían las tripas. Necesitaba hacer una especie de rito de separación, pasar página y olvidarme del Códice con la historia que fue. Más que oportunismo era una necesidad. Necesitaba escribir una novela donde la gente vea una Galicia distinta, de cultura, de antigüedad y tradiciones.
Imagino que su profesión es una mina de inspiración.
Sí, el libro está lleno de vivencias humanas. He tratado de seguir un esquema con descripciones, la trama y reflexiones sobre nacimientos, muerte... Crear una historia así es fácil desde la vida de juez. Tenemos 20.000 vivencias, desde las más miserables a las más heroicas. Esa fuente de inspiración es maravillosa.
Pues con mucho miedo. Siempre me gustó escribir pero me costó decidirme porque no me creía con el nivel suficiente para escribir una novela. La gente que me rodeaba y que más me animó se ha quedado sorprendida, así que ahora no sé si es un piropo o si tengo cara de mal escritor (risas).
¿En qué se inspiró?
La novela es básicamente una visión que yo creo que falta del descubrimiento de la tumba del Apóstol. Aunque es un símbolo de Galicia, el 99,9% de los gallegos no tenemos ni idea de qué había ahí ni qué significa en nuestra Historia. Así que en 1999 pensé en investigarlo y tras años de averiguaciones, fui el primer sorprendido. Me subyugó de tal manera el mito que creía que esa historia tenía que ser contada. Me inventé una trama, mezclé novela histórica con novela negra y procuré que resultase fácil de leer.
Hay quien le acusa de oportunismo por incluir el robo del Códice.
A mí el robo del Códice y poder recorrer todas las esquinas de la Catedral me han servido de inspiración, ya que ahora para describir una escena no tengo más que cerrar los ojos y me sale un lugar real. En la novela quería meter muchísimos datos reales y los nombres de los personajes históricos y lugares lo son, porque nuestra Historia es tan rica que en Galicia podemos hacer 20 novelas y nos sobra trama. Después de un año escuchando a los medios pintando una Galicia atrasada, de bandoleros cutres y raterillos sin imaginación, a mí se me revolvían las tripas. Necesitaba hacer una especie de rito de separación, pasar página y olvidarme del Códice con la historia que fue. Más que oportunismo era una necesidad. Necesitaba escribir una novela donde la gente vea una Galicia distinta, de cultura, de antigüedad y tradiciones.
Imagino que su profesión es una mina de inspiración.
Sí, el libro está lleno de vivencias humanas. He tratado de seguir un esquema con descripciones, la trama y reflexiones sobre nacimientos, muerte... Crear una historia así es fácil desde la vida de juez. Tenemos 20.000 vivencias, desde las más miserables a las más heroicas. Esa fuente de inspiración es maravillosa.
