Joaquín Cubiella Fernández llegó a Ourense hace 21 años y este jueves, tanto trabajo le valió el premio Redacción Médica al mejor médico de Galicia . Este especialista en gastroenterología del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense recibió el galardón de las manos de otro médico ourensano, Miguel Santalices. Como responsable del grupo de investigación Galicia Sur recibió ya varios galardones, uno de ellos en Viena, debido al descubrimiento de unos marcadores del diagnóstico del cáncer colorrectal.
En la gala de la IV edición de los Premios Redacción Médica también se concedió un galardón al Colexio de Enfermería de Ourense, participante del proyecto Nursing Now Galicia para visibilizar la profesión en la sociedad.
¿Esperaba algo así?
Estos premios nunca son esperados. Haces cosas y esperas obtener algún resultado, pero hay cosas que vienen por caminos no habituales y este es un caso clarísimo. Supe que estaba nominado hace una semana. A mí me genera un poco de dificultad recibir premios de este tipo, a nivel personal, cuando represento un colectivo, como los médicos de Ourense, los del CHUO o el servicio de Aparato Digestivo. Lo que sale, lo que se ve es porque somos muchos, no es una sola persona, esa es la clave. Todo esto llega por el equipo, y entiendo que este premio es para todos. El sistema sanitario público, donde llevo trabajando 25 años, es un trabajo de equipo. Es un honor puntual, pero la medicina no es una carrera de fondo de una sola persona. Me gusta entenderlo así, lo otro sería mucho más difícil de asimilar.
Un gran equipo, pero esto refleja que algo está haciendo bien...
Citando a Obama, sí se puede. Se pueden hacer estas cosas desde Ourense. Los médicos ourensanos tenemos que creer que podemos hacer cosas brillantes, que no debemos caer en la dificultad del día a día, debemos mirar algo más por encima y conseguir cosas como esta a largo plazo. La labor la hacemos a diario, de forma callada, oscura, a veces con más sensación de sinsabor que de éxito, porque es difícil, pero sirve para demostrar que hacemos cosas y que vale la pena el esfuerzo diario. Llevamos una racha buena de reconocimientos, podemos estar orgullosos.
De joven quería ser biólogo y fue médico. ¿Se arrepiente?
(Ríe) Hace tiempo que sé que escogí la profesión correcta. En la vida es difícil tenerlo todo claro, el camino no está escrito. Vas tomando decisiones y el futuro define si has acertado o no. Evidentemente, y no solo por un premio así, tomé la decisión correcta. Como tantas otras. Soy asturiano y me vine a Ourense por mi mujer hace 21 años. La vida fluye. No me arrepiento de nada.
¿Seguirá volcado en la labor investigadora?
La razón de darme este premio es un artículo que publicamos sobre los marcadores para el diagnóstico del cáncer de colon.Seguimos en la brecha. Intentamos seguir aportando al conocimiento científico y, sobre todo, intentando aumentar la base de investigadores e introducir el prurito científico en el día a día de la actividad asistencial. Eso es básico. La gracia es no haber acabado aún y no saber dónde vamos a acabar. Conseguiremos cosas que ahora aún vemos a lo lejos.
¿Cuánto le dedica a la medicina?
Más de las que debería, es un mal vicio. Otros tienen unos vicios, yo tengo este. Tal vez es algo malo.
