REPORTAJE

Minifundismo hasta la muerte

Sande. 29-10-2015. Velatorio vecinal. Paz
photo_camera El velatorio de Sande, con todos sus servicios -tan sólo les falta la cámara de frío- dispuestos a la vista, es mostrado con orgullo por los vecinos, la obra ha sido cosa suya.

Una medida en apariencia inocua como el requerimiento sanitario a cumplir por los velatorios del rural, ha sacado a la luz una evidencia más de esta tierra envejecida: en este país reina el minifundismo hasta en la muerte 

Un bar, "Paciente”, y una tienda, la de Cesárea, Sande (Cartelle). "Este pobo chegou a ter 200 veciños, ou máis, hoxe os que estamos diariamente, conteinos esoutro día, somos sobre 35. Parbón ten outros 24 ou 25; Oleiros, 6, 7, e Prado, 10 ou 12”. Así lo cuenta Evaristo Vázquez, hombre de talle grueso, hablar pausado y aparente bonhomía, lo hace desde la atalaya que dan los años y el tiempo que va sumando.

En Sande hay otra atalaya, ya mítica, más allá de la montaña de Coto de Novelle que todo lo preside; un poco más lejos, la Torre de Sande, y hacia abajo, el río Arnoia. Si contar los vecinos pudiera parecer un malsano ejercicio de memoria, preguntar por los niños en edad escolar es un test de sabor amargo; la prueba de un algodón sin trampa. "En Parbón debe haber un, que vai á escola á Merca, eiquí en Sande non sei, o da Felisa -responde después de pensarlo-.

En Prado, outro que vai á escola a Celanova”, anota Antonio Sousa, otro vecino -83 años-, también con el claroscuro de la nostalgia sombreándole el cuerpo. Sande es un pueblo grande, a pie de montaña en un llano extenso, rodeado de casas hermosas, muchas de buen porte que hoy resisten a duras penas. "Eu teño casa -di Antonio- aí abaixo, hai días que vou e non atopo a ninguén no camiño. Antes éramos unha piña de xente, familias de 7-8 persoas”. Ese antes fue hace mucho tiempo. La emigración de los 50, a América después a Europa, a partir del 62, -Antonio estuvo emigrado en Venezuela en el 57-, Evaristo, lo estuvo en Suiza, "en Zurich, un país que me gusta, allí lo que es blanco es blanco, y lo que es negro es negro”. Una afirmación con cierto recorrido. La espita de la emigración, solucionó un problema económico, una vía de escape, también es la responsable de lo que ocurre. 

Río y velatorio
Sobre el Arnoia en los 90 se construyó una minicentral, una de las dos que existen río abajo, el propio Evaristo trabajó en ella. Aunque les cogieron pocos terrenos pertenecientes a la comunidad de montes, con el dinero que les dieron, 20 millones de las pesetas de antes, se hizo una gran obra: un velatorio. El edificio, en una sola planta retirado del pueblo, dispone de una amplia zona para aparcamiento. Al lado, convenientemente separado, está un local social, bien dotado con cocina de leña y butano. El sábado hicieron magosto, y a lo largo del año se reúnen en tres o cuatro ocasiones. En el lugar donde hoy está levantado el velatorio y el local social, hasta mediados de los años 70 lo ocupaba una escuela unitaria. Donde antes había trasiego de vida y correteo de niños, hoy hay vacío y silencio. El día, aunque de otoño, es pelín frío y la humedad se adentra en los huesos. 


El velatorio construido en 2004 lo gestionan los vecinos y todos los pueblos de la parroquia disfrutan del mismo, incluso Parbón, que aunque no tenían derechos del monte, les permiten velar también a sus muertos. "Eu fun albanel, e cando había difuntos posteei moitas casas no pobo, a do meu sogro aínda está posteada”, dice Antonio, como corroborando con orgullo que hoy los velorios gracias a este dispendio colectivo no se hagan en las casas, que aunque ahora no haya ni escuela, ni niños, el servicio es innegable. Lo es. 


Con el Concello mantienen la disputa sobre de quién es la titularidad, que al parecer les reclama "Eles rexistrárono e nos fixemos unha reclamación, fai anos. Nós dispomos de todas as facturas e dos gastos que se fixeron”. Anochece. Recorremos una gran calle de siluetas cruzadas. Al pasar por el bar Paciente, a contraluz hay dos personas. Ven la tele.

Una advertencia de Sanidad  que confunde a todo el mundo

La normativa en forma de decreto, aunque razonable, no atiende a razones llamemos identitarias; aquí cada parroquia, si no tiene un velatorio, lo demanda. El mismo alcalde de Ourense, Xesús Vázquez, lo reconoce, la principal demanda de los vecinos del rural en la ciudad es disponer de un velatorio donde honrar a los suyos. Y se confiesa: "No sé cómo están a nivel legal”. También desde las asociaciones hay dudas. Juan Jesús Pérez, desde Vilar de Astrés, incluso después de un relato detallado del velatorio, en apariencia conforme a la ley, dice no saber si falta algo. 


As Marabillas, Cartelle. 29-10-2015. Velatorio vecinal. PazLe seguimos la pista a tres velatorios del rural, en la provincia. El de Sande se sitúa sobre los terrenos de la antigua escuela; comparte edificación, que no instalaciones, con el local vecinal. Equipado con todos los requerimientos tan sólo le falta la cámara de frío. 


As Marabillas, Cartelle. 29-10-2015. Velatorio vecinal. PazEl de As Maravillas es caso distinto. Llevan tiempo con el propósito de modificarlo y adecuarlo a la ley. Este local también gestionado desde la asociación vecinal comparte instalaciones con el local social. "Nós xa tivemos un aviso e unha multa grave”, apunta Antonio Lorenzo, vecino. La multa que sí se pagó, desconoce quién lo hizo, fue por el enfrentamiento entre dos funerarias y el servicio que se le dio a un difunto que no era de la zona. 


Uno de los requerimientos más surrealistas es la idea de convertir los velatorios vecinales en empresas con gestión propia, cuando carecen de lucro. Así me lo cuenta María Fernández, en Corbillón, A Merca, cuyo velatorio es de gestión vecinal; la titularidad es del Concello: "A nós quen nos dixo que tiñamos que adecuar o local foron os da funeraria”. Antes era la antigua escuela, el párroco Ángel Domínguez recuerda los últimos niños, allá por 1972. Desde hace 15 años vela difuntos, ahora lo adaptan también a la normativa sanitaria. Así estan los velatorios, así la provincia.

Te puede interesar