La comunidad cisterciense de Oseira trabaja en un proyecto de promoción del monasterio encaminado a atraer visitantes, fundamentalmente estudiantes, mediante una oferta atractiva que complemente el recorrido guiado por el cenobio. El pasado año se inauguraba la botica monástica, con la recopilación de suficiente material para que el visitante se haga una idea de lo que se hacía en estos establecimientos de auténtica medicina natural. Siguiendo esta línea, el objetivo de los monjes es crear salas temáticas en el Claustro de los Caballeros y entorno de la referida botica.
Para empezar, han solicitado a la Fundación Barrié de la Maza ayuda para crear una galería de arte sacro, en la que exponer las valiosas piezas que tiene el monasterio y con la seguridad adecuada. Otra sala acogerá el 'escriptorium' para recrear el lugar en donde se preparaban los pergaminos y se trataban las pieles destinadas a la escritura. Finalmente, un grupo de voluntarios realiza un DVD, que se proyectará en una sala de audiovisual, destinada a mostrar a las visitas en imágenes algo de la historia del monasterio y de la vida de la comunidad, y que servirá de preludio al posterior recorrido por el monumento. 'Pretendemos que la gente comprenda lo que es un monasterio y lo que se hace en su interior', apuntó el abad, Juan Javier Martín.
Por otra parte, entre los proyectos inmediatos figura retomar la elaboración del licor eucaliptine, después de un año sin producción, para habilitar nuevas instalaciones adecuándolas a la legislación sanitaria vigente. Fue la recomendación de los responsables de Sanidad y los monjes hicieron frente a la reforma, para lo que 'tuvimos que apretarnos el cinturón', sentenció el abad.
Por otra parte, entre los proyectos inmediatos figura retomar la elaboración del licor eucaliptine, después de un año sin producción, para habilitar nuevas instalaciones adecuándolas a la legislación sanitaria vigente. Fue la recomendación de los responsables de Sanidad y los monjes hicieron frente a la reforma, para lo que 'tuvimos que apretarnos el cinturón', sentenció el abad.
