La sucesión de planteamientos lanzados durante las últimas semanas por el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, sobre el futuro del transporte urbano ha conseguido algo insólito en la ciudad de As Burgas, conseguir unir al movimiento vecinal de la urbe (estuvieron aquellas englobadas en la Federación Limiar y Agrupación Miño y las independientes) para defender que muchos puntos del municipio no sufran un recorte en el servicio del que disfrutan desde hace años.
Así quedó evidenciado con una multitudinaria reunión celebrada en la noche del miércoles en el local de la Agrupación Miño. “Foi un éxito de participación, creo que nos últimos 30 anos nunca se xuntaron todas as asociacións, incluso aquelas que aparentemente non teñen nada que perder. É un dos logros máis grandes de Jácome”, ironiza Xosé Carballido, que ejerce como portavoz de los convocantes de la reunión.
Del encuentro, tras escuchar las opiniones de unos y otros, salió un acuerdo importante como es la creación de una comisión de cuatro personas conformada por el propio Carballido (que es presidente de la asociación de Seixalbo), Eugenio Iglesias (de Santa Olaia de Beiro) y representantes de Limiar y Miño. Lo primero que harán será solicitar una reunión con Jácome.
“O que se bota de menos é a falta de información, estamos tocando de oído. Debe contarnos os detalles porque hai moita inconcreción cando é un tema que hai que abordar con rigor e seriedade”, explica Carballido, que añade la necesidad de que “nos escoite as nosas opinións para mellorar o que funciona mal e, polo menos, manter o que funciona ben”.
Por su parte, Eugenio Iglesias profundiza en las explicaciones de Carballido y recuerda la necesidad de “un consenso porque estamos ante algo que vai quedar para moito tempo, polo que non poden aprobalo catro persoas”.
En este sentido, el movimiento vecinal decidió también que se rodearán de un equipo de expertos para que “as propostas que lle transmitamos teñan aval técnico, para que así esteamos máis documentados”.
En la reunión, se mencionó también la existencia de un Plan de Movilidad Urbano Sostenible aprobado hace casi tres años con el consenso de agentes políticos y sociales de la ciudad, que en su opinión es la base perfecta para definir el nuevo modelo de transporte público. “Foi elaborado tras un longo período de reflexión, algo non frecuente nesta cidade, polo que debería terse en conta”, reflexiona Carballido. Confían en que, en este caso, la unión haga la fuerza.
