ASALTO A UNA MUJER EN VERÍN

“O único que hai no pobo de Pazos hoxe é moito medo"

photo_camera La vivienda asaltada en la localidad de Pazos.

La mujer víctima de un asalto sigue hospitalizada en el servicio de reanimación en estado muy grave

El miedo se ha instalado en la en apariencia tranquila localidad de Pazos, situada a la puertas de Verín y a los pies de la ladera que conduce hacia la fortaleza y el parador de Monterrei. La agresión que sufrió una vecina, Isabel, en la madrugada del pasado jueves, cuando se encontraba en el salón de su casa, disparó las alarmas en la zona, en la que proliferan las viviendas unifamiliares, ocupadas en su mayor parte por personas mayores. La gente, reacia a identificarse, no oculta su preocupación y sus quejas por la inseguridad en la que viven.

A media mañana de ayer, la casa en la que ocurrió la agresión continúa cerrada porque, según un vecino, la Guardia Civil no deja entrar a nadie. En su exterior, un hombre y una mujer realizan algunas tareas en la parte posterior. Ella es prima de la víctima, según el citado vecino. Rechazan hacer ningún tipo de comentario y al preguntarles por la situación en la que se encuentra Isabel, la mujer responde escuetamente que "estable".

Dos vecinas que pasan a media mañana por delante de la casa donde se registró la agresión, reconocen que viven asustados, "la verdad es que sí", y definen a Isabel y Aniceto como "un matrimonio normal y muy agradable, muy majos los dos".

Isabel trabajó durante muchos años como dependienta de un establecimiento de venta de ropa de Verín que, según otro vecino, "pechou non hai moito tempo e ela seguramente estea no paro e a punto de xubilarse. Ela era daquí, de Pazo, e el era de As Ferreiras e si esta xubilado. Era tratante de gando e criaba porcos de ceba".

Reconoce que están asustados, "como non o vamos estar? Non se sabe quen puido ser. Eso é o malo. Se ela poidera falar se cadra podíanos coller. Seguro que os coñeceu, pero non sei, porque está moi grave", afirma con tristeza apoyado en su bicicleta. "Esto xa é demasiado, nunha casa aí adiante entraron dúas veces nun mes; en Queizás, que non está moi lonxe, a un home déronlle tamén con un ferro na cabeza e deixáronno sin vista nun ollo, para roubarlle".

Una amiga de la víctima se acerca hasta la casa, para preguntar por su estado y recuerda que el matrimonio, que no tiene hijos, vivía con la madre de ella, que falleció hace mes y medio.

Una mujer que se encuentra en una casa colindante con la parcela, aunque dice que no vive allí, también se pregunta "cómo non vai quedar medo? Esto é un desastre, houbo varios roubos por aquí, sobre todo na carretera de Villaza, e agora esto. O único que hai hoxe no pobo de Pazos é medo", afirma con rotundidad.

Con ellos hasta las diez

Isabel y Aniceto pasaron las primeras horas de esa noche del miércoles al jueves en la casa de sus vecinos de enfrente. "Estiveron aquí hasta as dez e a esa hora marcharon a dormir", comentan, para añadir que "el toma unhas pastillas e foise á cama e ela quedou vendo a tele. Romperon un cristal da galería que hai por detrás e tamén o cristal da porta que hai a continuación e que tiña as chaves por dentro, polo que abriron", relata. "Era sobre as doce e media da noite. O fulano en canto a viu, xa lle deu o golpe. Ela berrou 'Aniceto, que nos atracan', e el levantouse, encontrando a Isabel tirada no chan e cun golpe na cabeza". Sus vecinos oyeron los gritos y acudieron en su ayuda "démoslle os primeiros auxilios e chamamos unha ambulancia", que la trasladó al Complejo Hospitalario de Ourense, donde fue operada.

Isabel estaba ayer ingresada en el servicio de reanimación del Hospital y su estado es muy grave. Mientras, la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación, aguarda a poder comunicarse con ella pare ver si les aporta algún dato que les lleve hasta el agresor.

Te puede interesar