Las mujeres, una pieza esencial para reactivar el rural provincial en Ourense

VILAMARÍN (SOBREIRA). 10/01/2020. OURENSE. Reportaje sobre el servicio deficiente de internet en el rural de Ourense. FOTO: ÓSCAR PINAL
Un 34,66% de las féminas de la provincia residen en el campo, desempeñando labores profesionales muy dispares

Con una población total de 304.280 habitantes, la provincia ourensana contaba en el año 2022 con 158.208 mujeres -según los datos del Instituto Galego de Estatística-. De ellas, 54.844 residen en el entorno rural, un 34,66% del total. Este porcentaje se eleva en las comarcas del sureste ourensano como Viana o Terras de Trives, donde la cifra llega al 48,5% y al 50,12% respectivamente.  

A través de las diferentes instituciones y del tejido asociativo, cada día se visibiliza en mayor medida su labor. Empoderar a las mujeres del rural y conseguir la igualdad de género es una ardua tarea por la que llevan décadas luchando. 

Si bien es cierto que la labor profesional de muchas de ellas está ligada a las tareas del campo y el cuidado de personas dependientes, otras han decidido emprender en sectores muy variopintos. Independientemente de su ocupación, todas tienen claro que no existe un cambio posible y que el rural es su hogar, el lugar donde creció su familia y donde han decidido establecerse para forjar su futuro. 

Muchos son los ejemplos de mujeres que han luchado durante décadas para poner en valor su territorio. Otras llegaron “por casualidad” para quedarse, poniendo todos sus esfuerzos en aprovechar las oportunidades que brindan estos lugares. Ellas son el engranaje necesario para que todo funcione a la perfección, el pilar imprescindible sobre el que se asienta una sociedad.

Nieves Fernández, Luisa Martínez, Rosa Pérez o Basilisa Gómez, testimonios variopintos que ponen de manifiesto la gran labor  de la mujer en el rural ourensano.

Rosa Xava, profesora de yoga: “Necesitamos de máis persoas enamoradas deste entorno” 

Rosa Xava practica yoga en su entorno.
Rosa Xava practica yoga en su entorno.

Rosa Mary Pérez Yañez, conocida como Rosa Xava en referencia al nombre de la aldea en la que reside, ejerce como profesora de yoga en las comarcas de Viana y Valdeorras

Nacida en el municipio de O Bolo, residió durante su periodo estudiantil en la ciudad, pero afirma que, una vez terminada esta etapa, “volvín con máis ganas”. Asegura que vivir y desarrollar su labor en este entorno significa “vivir a outro ritmo. Vivo co ritmo da natureza e son plenamente feliz”. Rosa considera que el rural ofrece infinitas posibilidades. “Hai moitos nichos que están sen cubrir, calquera persoa que poida desenvolver o seu traballo online incrementaría a súa calidade de vida no rural un 100%”, afirma. “Necesitamos máis xente namorada do que fai e do rural”, añade. 

En sus planes no está, ni por asomo, regresar a la ciudad y su deseo es que algún día sus hijas “coiden a natureza e o entorno rural, e poidan ser tan felices como o son eu aquí”.

Nieves Fernández, ganadera: “Mentres haxa unha muller labrega, Galicia seguirá viva”

Nieves Fernández realiza un injerto en sus castaños.
Nieves Fernández realiza un injerto en sus castaños.

Nieves Fernández, natural de Quintela do Pando, es una de las mujeres más destacadas del municipio vianés. Ganadera ecológica de Oveja Gallega, agricultora ecológica y ama de casa, es, además, una verdadera artista en el tallado de madera y también escribe poesía.

Nacida en el entorno rural, emigró durante tres años y retornó a su tierra donde “podo vivir do traballo que me gusta, no sitio máis bonito do mundo, traballando en perfecta harmonía coa natureza, conservando e transmitindo tradicións recollidas pola avoa que me criou e a que coidei con todo o amor ata o día que morreu”. “Se volvese a nacer non cambiaría nada, sería pastora de ovellas e de verbas, e seguiría reciclando, tallando e conservando a natureza”, añade.  

Ella considera que el rural ofrece múltiples oportunidades, “só hai que querer e amar a terra”. “Mentres haxa unha muller labrega, Galicia seguirá viva, e encantaríame que alguén do meu sangue seguise o meu legado”.

Basilisa González Gómez, agricultora: “O rural mudou moito para as mulleres nas últimas décadas”

Basilisa González Gómez, agricultora de A Esculqueira.
Basilisa González Gómez, agricultora de A Esculqueira.

Natural de A Esculqueira, en A Mezquita, Basilisa González afirma que, tras una vida ligada al campo, “non marcharía de aquí nin louca”. Ahora, ya jubilada y con cierta tranquilidad, echa la vista atrás y asegura que los inicios para ella fueron duros: “A vida no campo era moi esixente e tiñamos que traballar moito, pero saímos adiante”. 

Asegura que los tiempos han cambiado y que la vida de la mujer en el entorno rural “tamén o fixo”. La independencia o la posibilidad de hacer múltiples actividades son buen ejemplo de ello. “Aquí se te aburres é porque queres”, enfatiza. 

Con una nieta pequeña, a Basi, como la conocen en su lugar natal, le gustaría que ella también pudiera desarrollar aquí su vida. Cuando piensa en un posible desplazamiento a la ciudad, en su cabeza aparece la palabra estrés, en contraposición a la tranquilidad que le genera vivir en el rural, donde disfruta de su tiempo.

Ángeles González, productora de shiitake: “A muller está máis empoderada, e son donas dos seus propios negocios”

Ángeles González, en su invernadero de Shiitake Trives.
Ángeles González, en su invernadero de Shiitake Trives.

Ángeles Rodríguez, conocida como ‘Geli’, lidera una explotación ecológica que emprendió a finales de 2019, justo antes de la pandemia. Su determinación era clara: vivir en el mundo rural y aprovechar los recursos que la tierra proporciona. Su historia es un claro ejemplo de resiliencia y compromiso con la sostenibilidad con sus setas  “Shiitake Trives”.

Aunque tiene claro que “para vivir no rural tenche que gustar, tanto homes como mulleres, porque cada vez nolo poñen máis difícil”, pero ella no ha encontrado trabas por ser mujer en su trabajo .“Agora  -valora- estamos máis empoderadas, creo que a muller decide un pouco ao que se dedica e en moitos casos é a dona do seu propio negocio, non so son mulleres de levar a casa e levar a horta, pero aínda hai que avanzar máis”. Enamorada del lugar en el que vive y de sus actividades diarias en la localidad, Geli afirma que no contempla la idea de no vivir en el rural. 

Noelia Pérez, empresaria: “Eu sigo moi feliz a tradición do que me ensinaron meus pais e meus avós”

Noelia Pérez, en su secadero de chorizos de Trives.
Noelia Pérez, en su secadero de chorizos de Trives.

Noelia Pérez Fernández, de 34 años, reside en el rural desde que nació. Ella comenzaba a principios de este año su nuevo trabajo como gerente de una fábrica de embutidos en A Pobra de Trives, Embutidos Pío. La joven tiene claro que no cambiaría su forma de vida en el rural, en donde afirma que “vivo en tranquilidad, armonía e feliz, e podo disfrutar da nosa contorna e os sonidos que nos deixa o campo”. 

La gerente tiene claro que en el rural “existen miles de oportunidades para mulleres emprendedoras, para que decidan virse para o rural”, aunque no todas se deciden a dar el paso. Pensando en el futuro, Noelia comenta que si tuviera hijas, sería feliz sabiendo que ellas siguen su tradición y son felices en el rural, además cree que “a vida da muller rural sí que cambiou, temos moitas máis oportunidades que podían ter antes” sumando que ahora pueden desarrollar muchas actividades.

Luisa Martínez, ganadera: “Falta moito por explotar pero a burocracia complícao todo”

Luisa Martínez con su ganadería en Vozqueimado, Chandrexa de Queixa.
Luisa Martínez con su ganadería en Vozqueimado, Chandrexa de Queixa.

A sus 55 años, María Luisa Martínez González lleva toda su vida en el rural, excepto dos años, pero tiene claro que su lugar es este. Esta ganadera y apicultora desarrolla su actividad en el Concello de Chandrexa de Queixa, en la pequeña aldea de Vozqueimado. “Eu nacín aquí, téñolle apego á miña terra, e decidín continuar a vida neste lugar, con máis tranquilidade que na cidade”, afirma Luisa Martínez, propietaria de Ganadería Galupa.

Mirando lo que la rodea tiene claro que “no rural falta moito por explotar, pero a burocracia complícao, as veces hai moitos impedimentos”, pero con todo ello, no cambiaría por nada su calidad de vida viviendo en su casa de toda la vida. Su hija Lucía Martínez continúa los pasos de su madre y piensa en un futuro en Queixa y ligada al campo, a Luisa eso la hace feliz, aunque resalta que “o primeiro que quiero é que sexa independiente, e si lle gusta esto, pois ben”.

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