El "niño lobo" ourensano aprende a leer y escribir

Reportaje

El centro en el que estudia aprovechó su experiencia vital en todas las asignaturas y ayer él puso el broche final a un proyecto multidisciplinar que acerca a los demás una biografía diferente, lejos de la civilización.

El “hombre lobo” ilustra al alumnado

La de Marcos Rodríguez Pantoja es una de esas historias de película. La retrató Gerardo Olivares en 2010: “Entrelobos” es la vida de uno de los pocos casos documentados de “niño salvaje” en España. Vivió siete años de su infancia en una familia adoptiva de lobos -”lo que no hicieron mis padres por mí lo hicieron ellos”- y reside desde hace tiempo en una pequeña aldea de San Cibrao, donde “se han hecho colas para visitarme como las del paro”. Ahora, aprende a leer y escribir en el Centro Público de Educación Permanente para Adultos (EPAPU), en la rúa Álvarez de Sotomayor. Le costó animarse. Por el qué dirán. Pero pronto supo señalarle a la profesora el cartel de “Rante”, su pueblo. Convertirse en alumno de la EPAPU lo hizo, sin querer, casi profesor. El centro aprovechó su experiencia vital en todas las asignaturas y ayer él puso el broche final a un proyecto multidisciplinar que acerca a los demás una biografía diferente, lejos de la civilización.

El departamento de francés le hizo una canción, el de ciencias un herbario con todas las flores que conoció en Sierra Morena, el de filosofía un estudio antropológico, el de inglés un cómic y un vídeo sobre su experiencia con los lobos y el de Historia un mapa con aquellos lugares de su periplo vital. “Este é un centro moi diverso, non só se dan segundas oportunidades. Aquí hai clases de alfabetización para adultos que non saben ler ou escribir, moitas veces porque non tiveron a súa oportunidade. É o caso de Marcos Rodríguez Pantoja que, con 75 anos, está aprendendo a ler e escribir para defenderse na vida”, dice María Miguélez, la profesora que conocía al “niño salvaje” y que le animó a convertirse en alumno de la EPAPU.

“Cando coñecimos a súa historia decidimos que se podía aproveitar no centro facendo un proxecto que amosara a súa vida, pero tamén que fosra a base para que exista unha documentación e que outros centros poidan animarse cun proxecto así, de esforzos conxuntos”, añade Miguélez. El centro ya luce paneles con todos los proyectos realizados. La web de la EPAPU complementa esta experiencia.

“Todo o profesorado adaptou a súa materia para que nela entrara a figura de Marcos. Sentímonos moi orgullosos deste proxecto, e máis unidos”, valoran desde el centro.

Marcos, de momento, prefiere leer. “Escribir aínda non lle gusta tanto. É normal, ten artrose de pasar tanto tempo en sitios fríos e vivindo solo. Non ten esa axilidade”, explica la profesora. Pero él sigue aprendiendo. “Ao principio custáballe, dicía que na aldea se rían del. Pero foi emocionante ver que un día saíamos de Ourense e nun cartel puña “Rante”. Pareceume que estabamos aprendendo moito del e para el tamén era importante”.

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