Crónica

¡Nótase que o colexio está vivo!

La jornada electoral sirvió para que la abogacía de ayer y de hoy se viera las caras. Por la sede colegial pasaron los letrados de veintitantos y los de 80 o más años. Un goteo constante que evidenció el interés por estas elecciones, endulzadas con bombones.

Pocas veces confluyen tantos abogados de distinto perfil  en la sede de la calle Concejo 22. Pero ayer tocaba votar para elegir decano y otros cuatro puestos de la junta de gobierno, y los letrados quisieron sentirse parte activa de un colegio de obligada adscripción en caso de ejercicio. "Nótase que o colexio está vivo", aseguraba el presidente de la comisión electoral, Nemesio Barxa, el abogado ourensano con más años de ejercicio, sorprendido por la elevada participación.

La mayoría acudió a lo largo de la mañana de camino al juzgado o aprovechando el parón del café pero por la tarde, pese a la lluvia, hubo un goteo constante. Incluso hubo momentos con cola. Concurrieron a las urnas 340 letrados ejercientes (su voto computa el doble) y 25 no ejercientes. Y 21 letrados optaron por el  voto por correo. En total, el censo es de 1.600 electores  (703 ejercientes).

En la mesa electoral, integrada por cinco miembros, para velar por el normal desarrollo del proceso electoral estaban el colegiado más antiguo -con 60 años de profesión a sus espaldas- y el recién llegado -seis meses-: Nemesio Barxa y Luis Miguel Garnil Rielo, respectivamente, acompañados por tres integrantes de la junta de gobierno, que no tocaba renovar (José Ramón Robleda, Ángel María Fernández Cebrián y Beatriz Rey).  Y junto a las dos urnas, una gran caja de bombones porque Barxa estaba de santo y quiso festejarlo entre colegas de profesión.

El veterano abogado a sus 84 años sigue activo y, según dice, no entra en sus planes jubilarse. Ha vivido muchos procesos electorales , con momentos en los que las elecciones al colegio eran extraordinarias en una vida sin democracia. "Naquela época os colexios de avogados eran centros de rebeldía e aí noto unha diferencia porque hoxe non a hai", valora al echar la vista atrás.

En la cara opuesta, el abogado  con menos antigüedad destacaba la oportunidad de "poñer cara a compañeiros de profesión". Luis Miguel Garnil (28 años) optó hace seis meses por la abogacía "porque é unha profesión fantástica para axudar ás persoas". El mundo del Derecho llegó a su vida después de haber estudiado un ciclo superior relacionado con el deporte. "Foi un salto pero era algo co que soñaba dende fai tempo", asegura. 

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