James Bond ahora es ourensano, pero nadie lo sabe. Por el momento, al menos: James Bond ahora es ourensano porque ha sido un dibujante local -el prolífico Jordi Pérez- quien ha firmado uno de los últimos cómics del superespía británico publicado en Estados Unidos. “Reflections of Death” es la antología que recoge seis historias del agente secreto, e incluye una aventura dibujada por Pérez en la que 007 “rescata” a MoneyPenny en las catacumbas de París.
La obra de este ilustrador, que lleva viviendo en Ourense desde los 90, habita una paradoja curiosa: el año pasado terminó unas 200 páginas de cómic, pero en su ciudad no se han podido leer. Pérez dibuja para el mercado estadounidense, y sus obras todavía no se han editado en España, a pesar de que incluyen iconos como Xena, la princesa guerrera, o -ahora- el mujeriego con licencia para matar.
El dibujante ourensano Jordi Pérez posa en el Parque de San Lázaro. (Foto: G. A.)
“Con personajes que ya existen siempre se espera que tus modelos se parezcan al original, pero aquí nos basamos en las novelas de Ian Fleming, ¡así que no tenía la presión de copiar a ningún James Bond del cine!”, bromea Pérez. Con todo, hay un elemento fundamental de las historias de 007 que sí quería replicar con exactitud: “Su Aston Martin; por suerte tienes todos los modelos 3D que quieras para usar como referencia”, señala, divertido.
Monstruos y superhéroes
El portafolio de Jordi Pérez revela un gusto por la fantasía y la ciencia ficción, dos temas que el ilustrador entrelazó en la que ha sido su obra más extensa hasta la fecha: la onírica “Queen of Bad Dreams”, con guion de Danny Lore. Fue uno de sus primeros trabajos como dibujante profesional, por el que tomó la decisión que le cambió la vida: “Dibujaba cómics y a la vez curraba en un restaurante… hasta que llegó esta oportunidad y me dije 'Ahora o nunca'; si no, siempre iba a estar a medias”, recuerda.
Dejó su trabajo anterior y comenzó a escalar el mercado estadounidense, con sellos como Vault Comics, Dynamite o BOOM! Studios. “Esto va mucho de que vean tu trabajo y te conozcan, para que te confíen nuevas series o números”, explica, y lamenta que la crisis sanitaria ha impactado al sector del cómic en los EEUU: “Allí siguen fatal, durante un tiempo las editoriales no publicaron nada, y ahora volvieron por no morir”, destaca Pérez.
¿Algún personaje o guionista con quien le gustaría trabajar? “No tengo fetiches, el mejor escenario que veo en el futuro es seguir currando, aunque sea en editoriales pequeñas”, reconoce. Respecto a los reconocimientos, este proletario de la viñeta también es rotundo: “¿Para qué te sirve un Eisner (uno de los premios principales en la industria de EEUU) si abres la nevera y no hay nada? Prefiero tener trabajo y disfrutar dibujando”, reflexiona Pérez.
Una pregunta más: ¿Y superhéroes? “Voy escalando, y haciendo páginas de prueba para enseñar, creo que me podría encajar algo con un tono más noir”, comenta, esperando que llegue el encargo. Mientras, continúa trabajando y dibujando, esperando el momento en que alguna de sus cientos de páginas pueda -por fin- leerse en su ciudad.
