Cada mes fallecen en la provincia casi tres personas en accidentes de tráfico.
Todas ellas con una muerte tan sorpresiva como en su gran mayoría evitable si hubieran levantado el pie del acelerador, si no infringiesen las normas de circulación, si no hubieran ingerido demasiado alcohol... Pero también si la mala suerte hubiera esquivado el destino. En el año que ahora concluye, perdieron la vida en accidentes de circulación tanto en carreteras como en vías urbanas 34 personas (hasta el jueves), cifra muy similar a la de estos últimos años (35 en 2009, 37 en 2008 y 35 en 2007). Ahora bien, lejos de la hecatombe de otras décadas, en las que, por ejemplo, se llegó a registros de 99 óbitos en un año (1987)
Pero esta estadística, suba o baje, siempre deja un dramático poso a nivel familiar y un lamento entre las autoridades administrativas incapaces de frenar la sangría con la puesta en marcha de campañas preventivas. 'Analizando las causas de los accidentes mortales no podemos estar ni mucho menos satisfechos ya que graves imprudencias siguen causando la mayoría de muertos y prácticamente todos los siniestros han sido evitables', valora David Llorente, el jefe provincia de Tráfico. Según apostilla, 'este año seguimos detectando auténticas barbaridades al volante causantes de muchos heridos y muertos y sinceramente creemos que aún hay margen de mejora'.
Poco más del 20% de los accidentes mortales se produjeron en la autovía Rías Baixas (también hubo otro muerto en la AG-53, en Punxín). Este parámetro aumenta en comparación con el año procedente: siete frente a cinco en 2009.
Pero forma parte de lo previsto. De hecho, Rey recuerda que una cuarta parte de accidentes mortales en España se producen en autopista y autovía, en donde un siniestro suele ser mortal de necesidad a 120 kilómetro por hora. O más.
'En la provincia -explica el jefe provincial- siempre es la vía con más muertos, y con mucha diferencia, porque soporta mayor tráfico y cualquier accidente a esas velocidades es grave o muy grave. Y por eso es la carretera que más se vigila, aunque esto no se entienda muchas veces por la sociedad'.
El año que ahora finaliza también se caracteriza por el número de peatones fallecidos en atropellos. Cuatro personas perdieron la vida en Ourense, Melón, Cenlle y San Cibrao (el pasado año murieron seis).
Con respecto a puntos negros en 2010, Tráfico levantó el lápiz sobre uno. Un punto negro es un tramo de no más de 100 metros de longitud con al menos tres accidentes diferentes con heridos o muertos en cuestión de un año. Este es el caso del entronque de la A -52 con la OU -540 (carretera de Ourense-Celanova-frontera portuguesa). Aunque no hubo fallecidos sí heridos en los cuatro accidentes registrados en el mismo punto, producidos todos ellos por no respetarse el segundo STOP. De ello ya tiene conocimiento el titular de esta carretera (Xunta ) al objeto de proponer una rotonda en la zona.
Pero esta estadística, suba o baje, siempre deja un dramático poso a nivel familiar y un lamento entre las autoridades administrativas incapaces de frenar la sangría con la puesta en marcha de campañas preventivas. 'Analizando las causas de los accidentes mortales no podemos estar ni mucho menos satisfechos ya que graves imprudencias siguen causando la mayoría de muertos y prácticamente todos los siniestros han sido evitables', valora David Llorente, el jefe provincia de Tráfico. Según apostilla, 'este año seguimos detectando auténticas barbaridades al volante causantes de muchos heridos y muertos y sinceramente creemos que aún hay margen de mejora'.
Poco más del 20% de los accidentes mortales se produjeron en la autovía Rías Baixas (también hubo otro muerto en la AG-53, en Punxín). Este parámetro aumenta en comparación con el año procedente: siete frente a cinco en 2009.
Pero forma parte de lo previsto. De hecho, Rey recuerda que una cuarta parte de accidentes mortales en España se producen en autopista y autovía, en donde un siniestro suele ser mortal de necesidad a 120 kilómetro por hora. O más.
'En la provincia -explica el jefe provincial- siempre es la vía con más muertos, y con mucha diferencia, porque soporta mayor tráfico y cualquier accidente a esas velocidades es grave o muy grave. Y por eso es la carretera que más se vigila, aunque esto no se entienda muchas veces por la sociedad'.
El año que ahora finaliza también se caracteriza por el número de peatones fallecidos en atropellos. Cuatro personas perdieron la vida en Ourense, Melón, Cenlle y San Cibrao (el pasado año murieron seis).
Con respecto a puntos negros en 2010, Tráfico levantó el lápiz sobre uno. Un punto negro es un tramo de no más de 100 metros de longitud con al menos tres accidentes diferentes con heridos o muertos en cuestión de un año. Este es el caso del entronque de la A -52 con la OU -540 (carretera de Ourense-Celanova-frontera portuguesa). Aunque no hubo fallecidos sí heridos en los cuatro accidentes registrados en el mismo punto, producidos todos ellos por no respetarse el segundo STOP. De ello ya tiene conocimiento el titular de esta carretera (Xunta ) al objeto de proponer una rotonda en la zona.
