La lluvia no impidió que cientos de ciudadanos visitaran ayer los cementerios de la ciudad para engalanar las sepulturas de sus familiares y seres queridos, cumpliendo con la tradición de la festividad de Todos los Santos.

Una ofrenda floral bajo la lluvia

Como cada primero de noviembre, los cementerios de la ciudad se llenaron ayer de visitantes que, con motivo de la festividad de Todos los Santos, acudieron a adecentar y engalanar las sepulturas de sus familiares o seres queridos fallecidos.
El día amaneció lluvioso y así se mantuvo a lo largo de toda la jornada, pero eso no impidió que cientos de ourensanos y vecinos de otras ciudades y pueblos de la porovincia con familiares y conocidos enterrados en los camposantos municipales cumpliesen con esta visita obligada.

Los cementerios de la ciudad, los de San Francisco, Santa Mariña y As Caldas, lucían impecables y rebosantes de colorido. Un ramo, un centro floral o únicamente una rosa eran las ofrendas que los ciudadanos depositaban ayer sobre las tumbas para honrar a sus muertos.

Crisantemos y claveles son las flores por excelencia de esta celebración y eran ayer las protagonistas en los cementerios, aunque orquídeas, lirios, rosas y margaritas también adornaban muchas de las sepulturas. No sólo flores frescas, sino también de plástico descansaban sobre muchas de ellas, una socorrida opción para que 'aguanten' hasta la próxima visita. Junto a éstas, unas pocas tumbas, abandonadas por el tiempo, no lucían ningún adorno.

La coincidencia de la festividad en puente ha favorecido la afluencia de visitantes a los cementerios para reencontrarse con una costumbre que algunos, sin embargo, mantienen durante todo el año y para los cuales la jornada de ayer no dista mucho de cualquiera otra .


AMPLIACIÓN DE HORARIOS

Ante la cantidad de visitantes prevista tanto para el día de Todos los Santos como para Fieles Difuntos, el Concello amplió el horario de apertura al público de los cementerios municipales, permitiendo las visitas ayer y durante el día de hoy, interrumpidamente desde la 9 de la mañana hasta las 19,30 horas. Asimismo, reforzó el servicio de autobuses urbanos con dos líneas especiales para llegar al cementerio de Santa Mariña, con parada también en el de San Francisco. Con salidas desde O Veintiún y la Estación de Autobuses, fue la opción elegida por muchos ourensanos para acudir a honrar a sus seres queridos.

Durante la jornada se celebraron en la ciudad varios actos para conmemorar la festividad de Todos los Santos. El obispo de la Diócesis, Leonardo Lemos Montanet, que presidió la tradicional misa a las 12 horas en la Catedral, por la tarde visitó los cementerios de As Caldas y San Francisco. En ambos lugares hubo una pequeña celebración de la palabra y el rezo de un responso en recuerdo y homenaje a los ciudadanos cuyos restos reposan en el camposanto.

En la capilla del cementerio de Santa Mariña, al mediodía, se celebró una misa, con la posterior procesión y rezo de responsos ante las sepulturas.

Hoy, celebración de Fieles Difuntos, continúan las visitas y los actos litúrgicos. A las cinco de la tarde, el obispo preside una eucarístía concelebrada por sacerdotes de las parroquias de la ciudad, en el camposanto de Santa Mariña.

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