Jaime Vilardell Prats es la persona que está detrás de la primera querella presentada en Ourense por un supuesto caso de adopción ilegal en 1972
Denuncia una trama orquestada desde el antiguo Hospital Provincial, que dependía de la Diputación, para dar en adopción a niños a cambio de dinero. Esta acusación la sustenta en unas cartas remitidas por el entonces capellán, Arturo Iglesias, a los adoptantes. En ellas habla de la recepción de dinero así como de "pajaritos" y "agua dulce" en alusión a los bebés .
¿Qué le llevó a denunciar a su propio padre adoptivo?
Haber encontrado en 2009 unas cartas manuscritas del representante del Obispado de Ourense en el Hospital Provincial en las cuales se me trataba como un objeto mercantil, cosa que me indignó.
¿En qué circunstancias se produjo ese hallazgo?
Cuando falleció mi madre adoptiva, momento en el que pasé un periodo complicado a nivel personal. Haciendo una mudanza en casa, aparecieron las cartas del capellán Arturo Iglesias y la escritura de adopción.
¿Cómo reaccionó?
Me quedé muy sorprendido; me dio mucho que pensar. Pero, a partir de ahí, empecé a buscar e indagar sobre mi proceso de adopción.
¿Nunca le hablaron del tema sus padres adoptivos?
Con mi padre nunca tuve una buena relación y para ellos el tema de la adopción fue siempre tabú. Me dijeron que era adoptado cuando tenía 20 años.
Su hermana mayor también fue adoptada. ¿Está en el mismo barco?
No. Aunque yo también le encontré a su familia biológica en Avión. También fue adoptada en Ourense y creo que por los mismo cauces que se siguieron conmigo.
¿Fue difícil el paso de denunciar a su propio padre?
Sí, y tuve que reflexionar durante mucho tiempo para hacerlo, porque, al mismo tiempo, estaba agradecido por mi crianza. Pero se me trató como un objeto mercantil y hay unos derechos que me asisten a nivel civil y penal.
¿Le pidió algún tipo de explicación cuando halló las cartas?
No porque no tenía relación alguna con él. Mis padres adoptivos estaban separados. Ella era alcohólica, él se fue con otra mujer y me dejó todo el follón a mí. La estuve cuidando durante 10 años, pasando más tiempo en el hospital que en casa. Imagínate el drama. Él se desentendió del tema y no quise saber nada de él.
¿Cómo llega a dar con el paradero de su madre biológica?
Yo sabía, por los papeles encontrados, datos personales de mi mamá biológica. Una empresa de Barcelona me facilita una documentación para ubicar la población y, de esa forma, comunico con el Ayuntamiento de Maside, que me dirige a Asistencia Social, que me remite de nuevo al Ayuntamiento y al alcalde, Celso, por ser un tema un tanto delicado. Después, una amiga mía de A Coruña ejerció de intermediaria ante mi madre para no presentarme yo in situ, directamente. Mi amiga les deja mi teléfono y mi sobrina me llama. Ahí empezamos a hablar del tema. Una situación muy rara... A partir de ahí, fijamos un día, la segunda quincena de octubre de 2012, y junto a mi mujer y mis hijas nos trasladamos a conocer a mi familia de Ourense: mi madre, mi hermana, cuñado, sobrinos...
¿Cómo es ese momento?
Muy emotivo. Desde entonces, me dedico a viajar constantemente de Barcelona a Ourense.
Y su madre, ¿fue receptiva?
Al principio se mostró fría, aunque emotiva. Han pasado 40 años y no sabía de mi existencia. Tiene 88 años y me va contando cosas poco a poco. Todos se quedaron contentos, pero muy sorprendidos.
Ella en el juzgado asegura no recordar nada... ¿A usted que le cuenta?
Me cuenta que asistió al Hospital Provincial de Ourense, en donde está hoy la Universidad, y "le falaron la cabeza". Esta frase me la ha dicho varias veces. Dice que no vio al cura y que a ella le dijeron que yo había fallecido. Yo nací el uno de agosto de 1972 y el 5 ya estaba con otra familia de Barcelona, sin pasar por ninguna casa cuna ni ningún centro de acogida.
¿Ella no pensaba en la adopción?
Eso es lo que me dice ella, pero yo aquí soy la víctima. Hay controversia entre lo manifestado por mi padre adoptivo y lo poco que dice ella.
¿Su madre biológica le apoya en el asunto de la querella?
Prefiero que ella quede al margen.
¿Qué persigue teniendo en cuenta que el imputado principal, Arturo Iglesias, ya falleció?
Dar a conocer la comercialización de bebés con el auspicio de la Iglesia en Ourense, porque sé que hay más casos, además del de mi hermana adoptiva. No quiero que vuelva a pasar, quiero que se haga justicia.
¿Cómo llegan sus padres adoptivos a contactar con un capellán de Ourense si no tienen ningún vínculo aquí?
Porque Arturo tenía contacto con doña Juanita, una monja de Barcelona del clan de sor María de Madrid. Mis padres, a través de unos amigos, llegaron a doña Juanita.
¿No ha pensado que a su padres adoptivos les pudieron engañar diciéndoles que ese era el trámite que se debía seguir en esa época ?
Pudiera ser, pero tengo muy claro que pagaron por mí. Y en la comercialización con bebés hay unos daños morales y emocionales.
