Ourense entra en el club de las ciudades mejor conectadas

photo_camera Momento en el que el tren de Alta Velocidad llega a Ourense tras completar el viaje inaugural desde Madrid.
El rey Felipe, acompañado del presidente del Gobierno, completó el primer viaje del AVE a Ourense con una parada en A Gudiña donde inauguran la estación “Porta de Galicia”.

La última vez que un rey de España visitó Ourense en tren fue en 1927. En aquella fecha reinaba Alfonso XIII pero el tiempo que empleó en su recorrido fue mucho más largo. Este lunes le tocó el turno a su bisnieto, Felipe VI, quien en poco más de dos horas y media completó el trayecto Madrid-Ourense.

El viaje inaugural fue una celebración presidida por el rey, a la que que se sumaron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, así como la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Como invitados especiales, dos exministros gallegos en una fecha tan especial, Ana Pastor y José Blanco. El exministro socialista calificaba de “éxito colectivo” esta infraestructura y ensalzaba el papel de todos los gallegos por lo que habían “peleado” por conseguirla y porque iba a permitir a Galicia dar un salto cualitativo en su desarrollo social y económico.

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El AVE salió de Chamartín minutos antes de las 9,45 y desde el primer momento los viajeros pueden apreciar la complejidad técnica de este trazado, como el doble túnel de Guadarrama que separa la Comunidad de Madrid de Castilla y León. Sus 28 kilómetros de longitud lo sitúan como el más largo de la red ferroviaria española, y el cuarto de Europa.

La primera parada del viaje se realiza en Zamora, donde tenía que subir el presidente de la Junta de Castilla y León. Pero Alfonso Fernández Mañueco decidió contraprogramar al rey y aprovechar que media España estaba pendiente del AVE para convocar a esa misma hora una rueda de prensa anunciando elecciones anticipadas en la Comunidad. A pesar de ese imprevisto, hubo parada técnica en Zamora, con la incorporación de otras autoridades de la provincia y la Comunidad.

El AVE prosigue su marcha hacia Galicia con una parada muy significativa en A Gudiña, donde el rey inaugura oficialmente esta estación. Le espera el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acompañado de otras autoridades.

La parada en A Gudiña se alarga diez minutos y es inevitable pensar que a la única localidad ourensana con estación AVE, además de la capital, le ha tocado el Gordo de Navidad antes del sorteo. En una hora y 45 minutos los viajeros están en Madrid y en 30 minutos en la capital de As Burgas. Cualquier villa del resto del país daría lo que fuese por tener tiempos de conexión similares. Los más de 24.000 viajeros anuales que registra en la actualidad esta modesta estación, una cifra que multiplica por 17 su población, dan una idea de las enormes posibilidades que se abren para su futuro.

En media hora el tren hace su entrada en Ourense con una larga parábola para incorporarse por el viaducto del Miño hasta la estación a velocidades de entre 60 y 80 kilómetros por hora. Quedan deberes por hacer y la variante es el primero de ellos. Y mientras el tren finaliza su recorrido y descansa en la estación la pregunta brota sola. ¿Y ahora qué?

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