Como la canción que se ha puesto de moda cada día a las ocho de la tarde en los balcones, el coronavirus continúa empeñado en resistir en Ourense más que en el resto de áreas sanitarias de Galicia, tras un nuevo incremento de los contagios que las altas y los fallecimientos no son capaces de compensar. Estos datos provocan que la curva de la incidencia en la provincia siga aumentando más que en el conjunto de la Comunidad, donde áreas como la de Vigo, Pontevedra, Lugo y Ferrol son capaces de mantener una tendencia de estabilización de la enfermedad.
El balance diario de la Consellería de Sanidade reflejaba que, al cierre del lunes, permanecían activos en Ourense 1.187 casos de coronavirus, un 1,8% más que en el parte anterior, la subida más alta de todas las áreas de Galicia y a la que solo se acerca A Coruña en una jornada en la que por primera vez en el conjunto del Estado hay una reducción de los enfermos controlados.
Más ingresos
Además, a diferencia de lo que sucedía en el primer día de la semana, el Sergas apenas dio cuenta de la concesión de cuatro altas más a personas contagiadas, lo que supone que 191 pacientes han sido curados, mientras que se frena el descenso de hospitalizados, volviendo a situarse por encima de los 190 tras registrarse 170 en planta y, de nuevo, 23 siendo atendidos en la UCI, todos con pronóstico grave. Así, son ya una veintena los pacientes ingresados en el hospital comarcal de Valdeorras, 155 en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), 6 en Verín y 2 os en Cosaga.El repunte en la carga hospitalaria de los centros ourensanos coincide con una tendencia en Galicia a la baja en este parámetro, especialmente en lo que se refiere a las UCI, unidades en las que la Comunidad lleva 10 días seguidos reduciendo pacientes.
La mayor incidencia del virus en Ourense llevó ayer al BNG a reclamar a la Xunta un estudio de si es pertinente aplicar medidas específicas en la provincia.
Malas noticias
Tras registrarse el lunes apenas dos defunciones en Ourense, la lista se incrementó ayer en tres, con un hombre de 85 años cuya muerte se certificaba en el CHUO, mientras que se vuelven a lamentar víctimas mortales en residencias de mayores, otras dos en la residencia Nuestra Señora de la Esperanza de A Farixa que eleva su particular balance a 18 fallecidos, prácticamente uno de cada cinco del total registrado durante la pandemia en la provincia, donde son 81 víctimas mortales las contabilizadas.Mientras, en la Comunidad también crecen las muertos con coronavirus, después de que ayer se certificasen 14 víctimas más, nueve en hospitales y cinco en residencias, lo que eleva el balance global a 384, con A Coruña a la cabeza con 100, Vigo 93, Ourense 81, Santiago 59, Ferrol 21, Lugo 20 y Pontevedra 12.
Residencias
La evolución de las residencias de mayores continúa siendo el gran quebradero de cabeza de las autoridades, dado que el 43,75% de los fallecidos de Galicia en esta crisis sanitaria eran usuarios de este tipo de centros, un porcentaje que no para de crecer cada día. Con todo, las últimas altas dadas en la residencia integrada de Baños de Molgas a 19 usuarios de Celanova y Castro Caldelas provocan que los contagios activos en geriátricos caigan por primera vez durante la pandemia, aunque dos equipamientos más, San Martiño en Nogueira de Ramuín y Santa Marta en Ourense, están entre los afectados, ya 23 en total. Según el balance difundido ayer por Sanidade, el lunes a la noche había 311 usuarios y 122 trabajadores infectados en la provincia de Ourense.Los contagiados en geriátricos caen por primera vez tras incluirse los 19 pacientes curados en Baños de Molgas
La última residencia intervenida, la de Nuestra Señora de Fátima de O Barco, vuelve a estar en primera línea tras una denuncia de la CIG ante Inspección de Trabajo en la que aseguran que "nada cambiou".
En lo que respecta a los centros de discapacidad, son cuatro los usuarios (tres de Aixiña y uno de Monterrei) contagiados, con cinco trabajadores en esa situación (dos de Aixiña y uno en Santa Cruz, Monterrei y Santa María).
Prevención
Para prevenir contagios, efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil continuaron ayer repartiendo mascarillas y material sanitario en estaciones de autobús y ferrocarrill, así como en las principales áreas industriales, como fue el caso de San Cibrao o Pereiro en la provincia, entre otras.
Retomar la actividad productiva sin que esto suponga dar un paso atrás en la propagación del coronavirus es uno de los desafíos de esta semana, en la que diferentes sectores han vuelto a escena para evitar que la economía se desinfle. En este sentido, mientras la Xunta sigue activando obra pública, sumándose la intermodal a la lista de actuaciones que se retoman, la Diputación se mueve también en esta línea, teniendo en cartera para el presente ejercicio la realización de 211 obras y más de 12 millones de euros, con ocho pendiente de licitación. "Estas obras contribuyen a activar económicamente nuestro territorio, pues crean empleo, riqueza y bienestar", indicó el presidente del gobierno provincial, Manuel Baltar, que presidirá esta semana nuevas reuniones del Comité del Día Después y de la junta de gobierno.
Cambio de planes
El Obispado adapta también se habitual hoja de ruta por la crisis del coronavirus, viéndose obligado a posponer la celebración de primeras comuniones, bodas, bautizos y confirmaciones previstas para los próximos meses, "mientras las autoridades sanitarias así lo determinen", en la línea de lo sucedido con las eucaristías o las procesiones. El Obispado invita a seguir recurriendo a los medios audiovisuales que ponen a disposición de los cristianos.La pandemia obliga al obispado a suspender todas las comuniones, bodas, bautizos o confirmaciones de los próximos meses
Iniciativas
Cáritas recibió ayer un cargamento de 600 kilos de alimentos donado por la empresa Coren para reforzar así su servicio de comedor. La entrega fue gestionada por el Concello de Ourense. Además, otro consistorio como el de Barbadás activa un servicio de atención telefónica solidaria para aquellos que necesiten compañía.
