EN OURENSE

Ourense se lanza al supermercado en el ensayo antes del aislamiento total por el coronavirus

Una mujer con mascarilla hace ayer la compra en un supermercado de la ciudad (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Una mujer con mascarilla hace ayer la compra en un supermercado de la ciudad (MARTIÑO PINAL).
Los servicios básicos se imponen en concellos "desiertos" mientras el número de contagiados por coronavirus crece a 15

Ourense trata de parapetarse ante la amenaza del coronavirus atendiendo a la declaración de estado de alarma y emergencia sanitaria para reducir así riesgos de propagación de un virus que ya está detrás en la provincia de al menos 15 casos, los confirmados este sábado a mediodía por el Sergas, uno más que un día atrás. Según explicaron fuentes hospitalarias, 14 continúan en seguimiento domiciliario y con una evolución favorable, mientras que otro está siendo atendido en las instalaciones de El Carmen.

El protocolo de atención no ha variado en el Complexo Hospitalario Sanitario de Ourense (CHUO),  desde donde la gerencia agradece el "buen comportamiento" de la ciudadanía, con una afluencia al servicio de Urgencias por debajo de la media y respetando las normas activadas para las visitas a los pacientes ingresados dentro de las medidas por la llegada del coronavirus.

Pese a esto, cualquier ayuda es necesaria y la gerencia del área sanitaria está tanteando la disponibilidad de sanitarios jubilados o ahora mismo sin trabajar para acudir a ellos en caso de necesitar reforzar la plantilla de medios humanos del Sergas "Queremos reunir todos los recursos posibles en caso de tener que tirar de ellos", explican fuentes de la dirección del CHUO, funciones que podrían ir desde la atención telefónica, como se deslizó desde miembros del Colegio de Médicos de Ourense, u otras funciones. También el programa Salubrízate anima a divulgar la posibilidad de llamar a mayores que vivan solos para mantener el contacto.

Los servicios del hospital también se están viendo condicionados por la crisis del coronavirus, obligando a cerrar las cafeterías-restaurantes del Cristal y Santa María Nai. "Que lo tengan en cuenta aquellos que vengan a visitar pacientes", señalan desde el CHUO, recordando que la plantilla de la cocina sí está a pleno rendimiento para garantizar la alimentación a los ingresados.


Excepcionalidad


Los concellos ourensanos amanecían este sábado con la obligación dictada por la Xunta de que levantasen la persiana únicamente de los comercios de productos de primera necesidad como tiendas de alimentación, farmacias, supermercados, quioscos o gasolineras, entre otros, una medida que obliga al sector de hostelería y restauración a mantener cerrados los negocios, a excepción de aquellos que realicen entregas de pedidos o servicio a domicilio, prohibiéndose tajantemente consumir dentro de los establecimientos.

Durante toda la jornada, Guardia Civil y las distintas policias (Nacional, Local y Autonómica) patrullaban para que se cumpliera el estado de alarma. Los agentes apenas tuvieron que intervenir, dado que, según fuentes del Instituto Armado, los bares –incluidos los más alejados de la zona del rural– permanecían con las puertas cerradas. “Dentro de la gravedad, la gente está respondiendo bien”, afirmaron fuentes del Instituto Armado.

Así, salvo contados casos detectados por agentes de la Policía Local de Ourense (con buena respuesta de los empresarios), la gran mayoría respondió a la resolución de emergencia sanitaria, dejando a lo largo de la jornada una estampa más propia de una ciudad desierta que de la habitual un sábado. Con todo, algunos vecinos se saltaron la recomendación de "quedarse en casa" para, por ejemplo, tomar el sol en las orillas del Miño (Protección Civil precintó la zona) o hacer ejercicio en parques biosaludables, con la consiguiente y evitable exposición al contagio en vísperas de que se limiten totalmente los movimientos a la ciudadanía.

Yolanda Palomares regenta el bar O Curruncho de Cualedro, pero en el inmueble contiguo tiene un estanco. "El bar está cerrado, pero el estanco está abierto. A los trabajadores, les dí vacaciones", explica la hostelera, puntualizando que en el estanco extremó las medidas de seguridad para evitar posibles contagios."Limpio continuamente con alcohol y desinfectante y no permito que entre más de una persona al interior". Esta misma situación se vivía en la farmacia de O Pombal en Xinzo, donde a las 11,00 horas varios clientes esperaban a ser atendidos a través de la ventanilla de seguridad.

Comerciantes y hosteleros trabajaban conscientes de que incumplir el estado de emergencia podría suponer una multa, algo de lo que también parecía estar informados los clientes. En el caso de Xinzo y Verín, la Guardia Civil y las distintas policías locales vigilaban por las distintas calles. “Si una persona incumple la normativa, se pone en riesgo de ser contagiada o trasmitir el virus, se le informaría y en caso de de no hacer caso, podríamos proceder a su detención por un delito de desobediencia”, apuntaron fuentes del Instituto Armado. Las sanciones, que pueden ir desde los 300 hasta los 10.000 euros, dependiendo de la gravedad de la situación se tramitarían a los distintos juzgados. “Ahora mismo no hay una regulación al respecto. Estamos trabajando con lo establecido en la actual legislación, como cuando una persona se niega a ser identificado o comete cualquier otra infracción”, añadieron 

Sí se podrá seguir accediendo tras el anunciado aislamiento a los establecimientos de alimentación como son los supermercados, que este sábado volvieron a registrar un tránsito inusual, con largas colas y estanterías vacías que se iban reponiendo periódicamente, sin existir riesgo de desabastecimiento, como confirman fuentes de Gadisa o de la patronal de distribuidores. Diferentes supermercados tuvieron que recurrir a la vigilancia para coordinar la entrada de clientes y evitar aglomeraciones. En Carballiño, la Policía Local intervino "por el apelotonamiento".

Más tranquilidad hubo en plena Praza Maior, ya que en la casa consistorial el concejal Miguel Caride ofició una atípica boda entre un vasco y una madrileña a la que únicamente pudieron asistir ellos tres y los padrinos, esperando fuera apenas otras cuatro personas para celebrarlo en la intimidad.

Ourense. 14/03/2020. Primer día de la alerta sanitaria de cretada en galicia por el Coronavirus y por el estado de alerta decretado el gobierno de España en Ourense. En la foto los novios Agustín Labordet y Scherezade Díaz delante del ayuntamiento de Ourense a la espera de que el concelleiro Miguel Caride los case en el salón de plenos.
Foto: Xesús Fariñas


Escapadas al rural


El fin de semana y la situación de emergencia fue aprovechada por numerosas personas para ocupar sus casas en el rural o pasar unos días con los familiares. El éxodo en su mayor parte procede de puntos diferentes de Galicia, pero también de Madrid, Euskadi y Castilla-León, entre otras comunidades. Los vecinos son conscientes de la situación y también optaron por extremar las precauciones. Manuel Gonzalez se abastecía este sábado en un supermercado de Xinzo tras viajar de la comunidad madrileña. "Estoy jubilado y me vine, pero en la zona en que estaba aún no había mucha incidencia, personas contagiadas", aseguraba. "Tomo precauciones y espero que no pase nade, que tomara la decisión acertada y no me contagie en Ourense", señalaba.

Los alcaldes son conscientes de un repunte de la población, sobre todo durante el fin de semana. "Las instalaciones municipales están cerradas y los tramites se deben hacer por teléfono o correo electrónico. No podemos echar a nadie y todos debemos ser responsables. Las medidas se debían tomar en las zonas más afectas", apuntó el alcalde de Cualedro, Luciano Rivero.

Regidores como el de Verín, Xinzo y Riós no detectaron ningún caso positivo en sus municipios. Todos ellos aseguran ser conscientes de la situación y están adoptando las medidas establecidas por el Ministerio de Sanidad. “La población debe cumplirlas sin generar ningún tipo de alarma”, apuntó el alcalde de Riós, Francisco Armado Veiga.

Además, se van sucediendo cancelaciones, como la de la fiesta de mayores en Cualedro y Monterrei, prevista para mayo.


Los hoteles, en mínimos


La declaración de emergencia sanitaria permite a los hoteles seguir abiertos, pero su actividad en la ciudad es mínima, con casos como el del Carrís Hoteles Cardenal Quevedo cerrado y sin aceptar reservas, algo que también sucede en el OCA Hoteles de Allariz.

Mientras, desde negocios hoteleros de Ourense como el Barceló, NH, Princess o San Francisco explicaban que la ocupación es prácticamente nula y que lo único que están recibiendo son cancelaciones de reservas previstas para los próximos días, aunque seguían a la expectativa de las noticias de las administraciones para decidir si cerraban sus puertas hasta que la situación se normalice.


Servicios básicos


En una situación extrema como la actual, es necesario también garantizar los servicios básicos para la población más sensible. En este colectivo están los mayores que precisan asistencia domiciliaria, prestado en la ciudad por el Concello de Ourense y en la mayoría de concellos por la Diputación. El ente provincial anunciaba este sábado un "reforzo" de la Teleasistencia, ofreciendo a los casi 2.000 usuarios información al detalle sobre los procedimientos y actuaciones recomendables.

Mientras, en el Concello de Ourense, la edil de Asuntos Sociales, Eugenia Díaz Abella, garantiza la prestación habitual de la ayuda a domicilio y del comedor sobre ruedas, mientras que el Fogar do Transeúnte también se mantiene abierto para pernoctar, ducharse, cenar y desayunar. "No dejaremos a la gente más desprotegida en la calle, eso sí, con todas las medidas de prevención y control, por supuesto", señalan.

El gobierno municipal ourensano también ha reducido las frecuencias del autobús urbano, instando a los vecinos a usarlo "cando sexa estritamente necesario", apuntó el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, explicando se cancela el tren de las termas, la línea 10 o la 1, mientras que se mantienen los que permiten llegar al CHUO.

En los autocares se está realizando una intensa labor de desinfección, similar a la que se pone en marcha por orden del teniente de alcalde, Jorge Pumar, en las calles, instando a la empresa Ecourense a realizar un plan de choque de limpieza de mobiliario urbano (bancos, juegos infantiles, marquesinas, barandillas, pantallas táctiles).

También se mueven para paliar las consecuencias del coronavirus concellos como el de Nogueira de Ramuín, que pone a disposición de los vecinos con movilidad reducida a personal municipal o de Protección Civil. El objetivo es que le puedan hacer llegar las compras necesarias de productos de alimentación o medicamentos tras hacer los pedidos a los establecimientos.


Reconocimiento


Empezó a correr por las redes sociales una convocatoria para las 22,00 horas para reconocer con un aplauso el trabajo de los profesionales durante esta excepcional situación. Ourense respondió a la cita. Emoción en las calles para afrontar una situación desconocida. 

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