Tengo últimamente olvidados a mis amigos coleccionistas de postales, pero es que pocas son las novedades que puedo ofrecer. Hoy, y aunque los verdaderos aficionados a la cartofilia y deltiología (dos “palabros” que identifican el mundo del coleccionismo de postales) lo conocen muy bien, voy a recordaros el trabajo de uno de los más interesantes y prolíficos fotógrafos de postales: el portugués Antonio Passaporte.
Aprendió las artes y técnicas fotográficas de su padre, Joao Braga Passaporte, fotógrafo de la Real Casa de Portugal. Vivir desde niño entre cámaras y papel fotográfico probablemente dirigiera sus interesas, sin olvidar los contrastes que pudo disfrutar al vivir en la colorida Lisboa y unos años de juventud en Angola.
El comienzo de su vida profesional fue en la empresa fotográfica y productora cinematográfica Madrid Film, (la que hasta 2013 tuvo sus instalaciones en la capital de España, dando servicio de laboratorio a gran parte de los profesionales del país); ocurría eso en 1923. Su paso por la empresa fue breve, pero lo marcó en lo personal, ya que en esa etapa conoció a la que fue su esposa (hermana del jefe): Gregoria Blanco.
En 1927 recibe una jugosa oferta de la empresa Charles Alberty & Cia., dedicada a la venta de papel fotográfico, oferta que acepta y a partir de la cual comienza la etapa que lo encumbró en el mundo de la fotografía.
Passaporte aprovechaba los viajes de trabajo para hacer fotografías de gran calidad, animado por Alberty, y en poco tiempo dispusieron de una buena colección de imágenes que les hicieron estudiar la posibilidad de realizar exposiciones y buscar su comercialización. A los pocos meses de trabajar en la nueva empresa se evidencian intereses comunes que llevan a la creación de Loty, empresa formada por el matrimonio de Concepción López y Charles AlberTY como gestores y Passaporte como fotógrafo.
A partir de ahí y hasta el comienzo de la Guerra Civil, la labor de la empresa fue incesante, haciéndose con un archivo fotográfico de gran interés. Fue un periodo de diez años (1927-1936) en los que Passaporte viajó por toda España, capturando todos los edificios que consideró representativos y multitud de paisajes evocadores.
Desde los primeros momentos se busca rentabilizarlo y para ello se ofrece la utilización de ese material a cambio de una pequeña remuneración; dicho de otra forma, se trataba de crear un banco de imágenes. Fue así como algunas de las fotografías de Loty aparecieron en postales de la época, folletos publicitarios de un laboratorio farmacéutico o la más conocida: que el Patronato Nacional de Turismo (PNT) publicó a finales de los años veinte (en la portada aparece la fotografía del Puente Romano y el hoy casi enterrado del Ribeiriño, y en el interior, dos fotografías de la Catedral). De este folleto se hicieron al menos dos ediciones, en una aparece el membrete de la República y en la otra el del PNT.
La empresa comienza la edición de la colección y, de manera progresiva, van sacando con la firma Loty las primeras series de postales: Madrid, Sevilla, Ávila, Denia, Aranjuez, así como series religiosas de gran aceptación en aquellos tiempos. Que yo haya podido confirmar de manera indudable, las correspondientes a Ourense y Ribadavia (las dos series que conozco de nuestra provincia) no llegaron a editarse, aunque en los últimos tiempos han aparecido unas llamadas “pruebas fotográficas”, con formato postal, que me llenan de dudas.
Cuando se llega al fatídico año 36, la editorial tiene que parar su trabajo y en ese momento las placas de la empresa quedan guardadas en los locales que tenían en la calle Silva, 39, de Madrid, en los que pasaron años supuestamente olvidadas. Es en la década de los 90 cuando vuelven a salir a la luz, y por circunstancias esa magnífica colección de más de 12.000 placas comienza a disgregarse, incluso entre coleccionistas particulares. Por fortuna, en ese proceso de segregación algunas entidades públicas hacen sus ofertas y muchas de las placas se fueron rescatando; ese es el caso de las de Ourense y Ribadavia, adquiridas por el Archivo Histórico de Lugo. Finalmente, el Ministerio de Cultura decide la adquisición de lo que aun quedaba y procede a enviarlo al archivo de la Fototeca del Patrimonio Histórico. Por otra parte, tengo entendido que los derechos sobre las postales ya publicadas los adquirió la editorial Arribas, entre 1939 y 40, al propio Antonio Passaporte.
Centrándonos en las placas ourensanas, tenemos un total de 92, incluyendo dos del puente Lonia y 26 dedicadas ¡cómo no! a nuestros puentes. Hay 21 en las que la Catedral (exterior e interior) es la protagonista y el resto son capturas de edificios, estatuas y rincones característicos de la ciudad; algunas de ellas muy interesantes por no ser excesivamente conocidos: la fachada de la estación de Canedo, el crucero de la Alameda (hoy en la plaza de la Magdalena), la capilla del San Lázaro, la chimenea de Malingre, la fuente de Oseira cuando estaba en el Posío (hoy jardines de Bispo Cesáreo), la casa Simeón en la entrada del Paseo… A modo de especulación, yo diría que Antonio Passaporte nos visitó en torno al año 1928, pero no tengo confirmación.
Actualmente el archivo Loty de Galicia, se puede consultar públicamente en el archivo Galiciana de la Xunta de Galicia. La manera de acceder para quienes no estáis acostumbrados a este archivo es: para ver todas, pondríamos “Loty” en la casilla de búsqueda y clic en Buscar; para ver las de Ourense ciudad, escribid “Loty Ourense”. Accederemos así a la colección de imágenes de Loty en Ourense, un total de 58, aunque realmente muchas son copias o distintas tomas del mismo lugar. Aun así, ¡excelente!
También podéis consultar la serie de Ribadavia: “Loty Ribadavia”, de las que encontrareis 17 fotografías.
