Aunque con muchos condicionantes, la recuperación de la actividad económica en la provincia está permitiendo un ritmo importante de "rescates" de trabajadores en ERTE. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, en Ourense había a 31 de agosto 2.389 empleados afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo por fuerza mayor, el que se aplicó coincidiendo con la promulgación de estado de alarma y que trataba de hacer frente a las contingencias de las empresas como consecuencia de la pandemia.
Tomando como referencia la citada fuente oficial, Ourense fue la provincia gallega en la que más se redujo el contingente de afectados por ERTE, un 37,61% sobre finales de julio; es decir, se han reincorporado a sus puestos 1.440 personas en un mes. En el mismo periodo y por las mismas circunstancias, el descenso en A Coruña fue del 37,42%; en Lugo, del 36,69% y en Pontevedra, del 35,95%. La media de la comunidad fue del 36,68%.
Evolución
La evolución desde el impacto de la pandemia a la recuperación de la llamada nueva normalidad, sobre todo a partir de mayo, deja también datos positivos en la provincia. Desde el 30 de abril —el mes con peores datos dada la paralización generalizada de la mayoría de los sectores— el número de trabajadores en ERTE ha caído en la provincia un 85,07%, por lo tanto se han incorporado ya 13.613 empleados a sus empresas.
También en este caso las diferencias con el resto de Galicia se mide en décimas: el descenso en A Coruña es del 84,26%; en Lugo, un 84,10% y en Pontevedra, un 86,73%. La medida en la comunidad es del 85,26%.
Sin embargo, no todos los sectores tienen un comportamiento homogéneo. La industria —sobre todo al manufacturera— ha ido incorporando efectivos con la nueva normalidad. En el sector del automóvil la decena de auxiliares de la automoción están con un alto nivel de producción, incluso con la contratación de trabajadores eventuales que se suman a los más de 2.000 actuales.
Por el lado contrario, el textil todavía está lejos de los niveles de fabricación anteriores a febrero. De hecho los ERTE en las fábricas de moda siguen vigentes en un alto porcentaje.
La construcción recupera tono pero no alcanza los niveles de años anteriores, sobre todo en obra civil. En gremios como la pizarra las incorporaciones han sido sostenidas. Es el sector servicios —sobre todo turismo, comercio y hostelería— donde hay un mayor estancamiento: el consumo se resiente y la actividad turística es una caricatura de los últimos veranos.
Esta circunstancia se aprecia en los datos de desempleo de agosto. De los 19.701 parados, 973 son en agricultura (19 menos en un mes); 2.250 en industria (18 menos que en agosto); 1.504 en construcción (sin apenas cambios); 12.941 en servicios (79 más que el mes anteior, mientras que 2.033 se incluyen en el epígrafe sin empleo anterior.
La afiliación se mantiene en la media de consolidación
El camino hacia la reactivación económica también se evidencia en la afiliación a la Seguridad Social. En su conjunto, Ourense es la segunda provincia gallega en la que más sube la afiliación (un 0,90% y 913 efectivos que entran en el sistema), detrás de Lugo (1,06% y 1.293 nuevos cotizantes).
La misma posición ocupa en el Régimen General, con una subida del 1,16% el último mes, detrás del 1,46% que se produjo en Lugo. En todo caso, Ourense supera la media gallega, que fue del 0,88% y española, donde el crecimiento registrado fue del 00,04%.
Por lo que respecta al régimen de trabajadores autónomos, la variación mensual en la provincia es casi inapreciable, con un 0,02% y una cifra total de 23.396 personas. Es la provincia gallega con menos empleados por cuenta propia ya que Lugo tiene 33. 414. A gran distancia se sitúan los 67.199 de Pontevedra y los 84.575 de A Coruña.
