El párkinson afecta a 1.100 ourensanos mayores de 60 años

La neuróloga Carmen Labandeira.
photo_camera La neuróloga Carmen Labandeira.
La enfermedad de Parkinson afecta a más de 1.100 ourensanos mayores de 60 años, según las estimaciones de los profesionales

Hoy, en el Día Mundial del Párkinson, sanitarios y asociaciones de pacientes insisten en la importancia de conocer más sobre la patología, sus síntomas y consecuencias. “Es mucho más que el temblor de manos, aunque mucha gente no lo sabe”, asegura Carmen Labandeira, neuróloga del CHUO. 

El desconocimiento provoca que la mayoría de los pacientes lleguen a la consulta con una enfermedad ya avanzada. “A veces les cuesta darse cuenta de que tienen párkinson antes de que aparezca el temblor, aunque en realidad la patología haya comenzado mucho antes”, señala Labandeira. Entre otros síntomas, se encuentran la afectación del sueño o del ánimo, además de problemas de equilibrio, dolor o rigidez. “En el caso del dolor, muchos pacientes acuden primero a la consulta de Traumatología, sin saber dónde está el verdadero origen”, detalla la facultativa. Al tardar en llegar a Neurología, los tratamientos pautados son menos efectivos.

Aunque la enfermedad predomina entre personas de más de 60 años, Labandeira explica que también hay pacientes jóvenes: “No es lo habitual, pero hemos diagnosticado la patología a pacientes de 30 o 40 años”. 

44 usuarios

En la ciudad, la Asociación Ourensana de Esclerosis Múltiple, Párkinson y Enfermedades Raras (Aodemper) trata a un total de 44 pacientes con Párkinson. Los profesionales del centro abordan de forma integral cada caso que llega a la entidad. “Faise unha valoración social, así como psicolóxica e fisioterapéutica”, explica Antía Pérez, educadora social de Aodemper. Hoy, la entidad colocará un puesto informativo frente a la Subdelegación del Gobierno, para acercar sus servicios a la población y ayudar a la concienciación. “Ao ser unha minoría, a xente non está concienciada, non a coñece”, comenta Pérez.

El diagnóstico temprano centra las líneas de estudio

La neuróloga Carmen Labandeira forma parte del grupo de investigación en párkinson del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidade de Santiago de Compostela. La facultativa explica la importancia de los estudios, centrados en detectar la enfermedad: “Queremos identificar los biomarcadores de la patología en la sangre, para poder detectarla antes de que avance. Creemos que el estudio va a ser muy beneficioso”. 

Labandeira reconoce que todavía falta mucho por saber sobre el párkinson, por lo que cada paso nuevo en investigación es clave. “Sabemos que hay muchos factores que influyen en el desarrollo de la enfermedad, pero nos falta información”, apunta. Por el momento, se sabe que el riesgo vascular (diabetes, hipertensión) está asociado al desarrollo de la patología: “Realizamos un estudio sobre fármacos de hipertensión, y vimos que puede ser unha herramienta para tratar el párkinson, para mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

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