El confinamiento de la población en sus viviendas para evitar la propagación del coronavirus provocó durante este pasado fin de semana quejas por ruidos -música demasiado alta-, riñas familiares, aglomeración de personas en urgencias de centros sanitarios, por demasiadas personas caminando por la una misma calle e incluso por la presencia de sospechosos en torno a una estación de servicio en el Polígono de San Cibrao. La Guardia Civil acudió de inmediato a este negocio, pero las personas que estaban reunidas ya se habían marchado.
La Policía Local de Ourense denunció a una joven, de 22 años, tras comprobar que en la madrugada de ayer estaba montando un altercado en la calle Bellao, en el barrio de O Vinteún. La joven lanzaba a voces amenazas contra el resto de los vecinos. Ante la presencia de los agentes, también comenzó a amenazarlos hasta el punto de intentar agredirlos.
En la noche del pasado viernes, la Guardia Civil tomo declaración a un vecino de Baltar, identificado como M.F.T., de 43 años, en calidad de investigado como presunto autor de un delito de amenazas leves a su padre, al negarse esté a abrirle la puerta de su domicilio en Xinzo. El investigado no reside habitualmente con su padre, al que recurrió al encontrarse solo en su vivienda. El denunciante alertó a la Guardia Civil ante el temor de que lo agrediera o le contagiase.
Quejas en a rúa por numerosos vecinos por la calle y en San Cristovo de Cea por mujer paseando a tres perros
Quejas de vecinos
Una patrulla del Instituto Armado también fue alertado de un altercado similar en una vivienda de Carballiño, pero los agentes no llegaron a intervenir. Una vez en el lugar comprobaron que en la vivienda no había ruidos ni ningún tipo de altercado. Mientras, en San Cibrao, un vecino tuvo que apagar la música que tenía en el garaje de su vivienda. Una patrulla se personó en el inmueble después de que un vecino se quejará de que la música estaba demasiado alta.
Los agentes también tuvieron que intervenir en el PAC de Celanova al negarse un usuario a esperar su turno fuera de las instalaciones. El hombre entró gritando en el centro sanitario, ante lo que tuvo que ser reducido. En A Rúa, el Concello fue alertado de la presencia de numerosos viandantes en la calle, mientras que en San Cristovo de Cea, alertaban de una vecina paseando tres perros.
