Mientras el comisario de Policía lo atribuye al descenso de los delitos, otras voces hablan de factores coyunturales

La población carcelaria se sitúa en cifras de hace una década: 411 presos

Un interno de la prisión de Pereiro de Aguiar descansa en su celda. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Pese a lo que las fuerzas de seguridad vaticinaban todo lo contrario hace tres años cuando comenzó a colear la recesión económica, la población penitenciaria ha ido a menos. En España, a finales de diciembre, se había reducido en 1.435 personas con respecto a doce meses antes (sin incluir Cataluña).
La tendencia comenzó a evidenciarse a finales de 2009, según confiesa el inspector de Instituciones Penitenciarias para Galicia, Juan Carlos Salvador, y se fue consolidando a lo largo del año, incluido el momento actual. En Galicia, por ejemplo, el censo bajó en 491 internos, situándose en 4.401 presos, según confirmó la secretaria general del Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, hace unos días.

La cárcel de Pereiro de Aguiar hacía diez años que no tenía tan pocos internos. A mediados de este mes (estadística semanal facilitada el día 14), en la prisión ourensana había 411 (40 preventivos), un techo al que no se llegaba desde 2001, cuando se contabilizaron menos de 400 reclusos. En esta última década, la prisión estaba muy por encima de su capacidad óptima para la que fue concebida el pasado siglo (inaugurada en 1987): 350 plazas.

De todas formas, Salvador, quien dirigió el penal ourensano en estos últimos años, fija en 450 reclusos la franja a partir de la cual comenzaría a estar masificada y a complicar la organización interna. Y precisamente en estos últimos nueve años, se sobrepasó siempre salvo en 2007 (424 personas privadas de libertad) y en 2010 (411) .

Pese a que el exdirector asegura que aún es pronto para sacar conclusiones que expliquen el porqué de la bajada de la población penitenciaria -lo atribuye a un factor coyuntural-, el comisario de la Policía Nacional, Ángel Barrera, lo tiene más claro y apunta más hacia razones de tipo estructural. Según precisa, la reducción delitos tiene mucho que ver. Entre 2009 y 2010 descendieron un 5 por ciento (se pasó de 1.322 denuncias a 1.255). 'Si se producen menos delitos, hay menos detenidos y en Ourense vivimos un año tranquilo', dice. No obstante, puntualiza que esa asociación no implica un descenso del trabajo por parte de las fuerzas de seguridad: 'En 2010 detuvimos a 930 personas, un 10% menos que el año anterior'.

Los abogados, por contra, no tienen tan claro que se pueda atribuir este fenómeno al descenso de la delincuencia. El letrado del turno de oficio, Albino Ferreira, cree que la explicación hay que buscarla en una conjunción de factores. 'Podría deberse a un sumatorio en el que habría que tener en cuenta el descenso de presos preventivos (menos delitos graves que justifiquen la prisión provisional); las modificaciones del Código Penal estos últimos años; el tipo de delincuente (reincidente o no) o a un elemento puramente coyuntural como puede ser el que coincida con un periodo en el que se extinguen condenas impuestas por delitos que se produjeron hace años'.

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