Solidaridad

Preocupación por las familias afectadas de Amigos de Galicia

Tras el veto a la fundación, los concellos buscan opciones para las 260 familias que recibían alimentos

Las oficinas ourensanas de la Fundación Amigos de Galicia (FAG), en la avenida de Portugal, seguían ayer funcionando después de que el pasado viernes Sanidade le prohibiese el reparto de alimentos, tras una inspección del Seprona, en el marco de una investigación de la Fiscalía de A Coruña sobre el almacenaje y supuesta distribución de alimentos caducados. La investigación en sus naves de Vilagarcía y San Cibrao das Viñas reflejó que las instalaciones "no reúnen las condiciones higiénicas adecuadas".

Esto ha sido admitido por Amigos de Galicia, que sin embargo niega haber distribuido entre sus usuarios comida caducada, tal y como avanzan fuentes de la investigación. Un total de 260 familias en situación desfavorecida, formadas por 734 personas, se benefician en la provincia de los programas de la oenegé y, ahora mismo, quedan abandonados después de la aparente conducta negligente. La decena de municipios que tiene un convenio con ellos ya ha empezado a buscar fórmulas, pero no hay nada en firme.

"Lo único que no funciona es el programa de alimentos. Nuestras oficinas seguirán abiertas para el resto de actividades", confirma Paula Chapela, responsable de comunicación de FAG.

Eugenia Díaz Abella, concejala de Política Social de Ourense, confirma que las personas que se beneficiaban –procedentes de las Unidades Interdisciplinares de Intervención Social– ya no están siendo derivadas a FAG para este programa de alimentos. "Ayer acordamos cortar esta derivación y fijamos una reunión con Amigos de Galicia la próxima semana, buscaremos soluciones". De momento, se quedan sin este servicio los afectados.

Taboadela es de los últimos municipios que firmaron un convenio con FAG para repartir alimentos. "Falamos con eles e imos reunirnos. Isto afecta a 10 ou 12 familias e queremos saber como actuar", dice el alcalde, Álvaro Vila.

Paderne de Allariz ha tomado medidas. "Xa estivemos coas familias, son seis, mirando os alimentos nas casas. Estaba todo correcto. Agora está toda a actividade parada e buscaremos alternativas", dice el alcalde, José Manuel Fernández. 

José Luis González, regidor de Amoeiro, señala su "preocupación". "Aquí son oito familias as que se benefician e aínda chegou a semana pasada un reparto. Hoxe mesmo (por ayer) iremos a revisar a ver si está todo correcto nas familias".  

Manuel Pedro Fernández Moreiras, alcalde de San Cibrao, anota que "estamos informados e buscando solucións. Hai un plantexamento de que estas familias podan acudir a un supermercado cercano, pero é só unha alternativa, aínda non hai nada". 

Melisa Macía, alcaldesa de Vilariño de Conso, también tiene previsto reunirse con los responsables de FAG la próxima semana e informar a los usuarios de su concello: "Benefícianse oito familias e imos a informalos nós da situación". 

Francisco José Fernández, alcalde de Leiro, dice que "entereime pola prensa" y, sorprendido, señala que "estamos encantados co servicio e seguiremos colaborando con eles no 2020, como fixemos ata agora".



Comida caducada desde 2015 en un almacén de San Cibrao das Viñas

En Ourense, la cúpula de Amigos de Galicia está ocupada, entre otros, por el empresario Saturnino Cuquejo, vicepresidente de la fundación. Ayer, la sede trataba de mantener su actividad, a excepción del programa de alimentos. Los usuarios que ayer se acercaban a la oficina acudían a los servicios de empleo. Paula Chapela, responsable de comunicación, quiere subrayar que estos programas, junto a los de "vulnerabilidad y protección" siguen activos. "También estamos impulsado ahora un programa para mayores que viven solos", añade.

Ante la "delicada situación", desde Amigos de Galicia optan por remitirse a las declaraciones del director, Jesús Busto, del lunes. En un comunicado, reconocen las "malas condiciones de higiene" y en el caso de la nave de San Cibrao dicen que "contamos con una partida de alimentos del año 2015 caducada en un almacén, pero estos productos estaban almacenados para su destrucción". 

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