Los promotores de aldeas modelo ponen en valor los proyectos

Adrián Armesto (2i), Javier Cotado (3d) y Lucas Cabanelas (2d), ayer en la mesa redonda
photo_camera Adrián Armesto (2i), Javier Cotado (3d) y Lucas Cabanelas (2d), ayer en la mesa redonda
Adrián Armesto, Javier Cotado y Lucas Cabanelas analizaron la importancia de las aldea modelo y sus ventajas 

Adrián Armesto, promotor de la aldea modelo de Trascastro, en O Incio (Lugo), explicó este miércoles la dificultad de este proyecto en una aldea compuesta por 14 hectáreas, que se traducen en 136 parcelas y 86 propietarios. “Imaxinádevos o traballo que levou”, apuntó. Armesto decidió apostar en Trascastro por las vacas cachenas, ya que su padre contaba con una ganadería de esta raza. 

Asimismo, uno de los pilares fundamentales en el desarrollo de este proyecto de aldea es hacer una barrera natural contra incendios alrededor de un pueblo que sufría todos los años la voracidad de las llamas. “Fíxose un peche arredor do pobo e todo o que é o perímetro pola zona baixa para protexelo”, explicó Armesto. Además, Armesto confesó que “ver hoxe esa terra que se está poñendo outra vez en valor é moi gratificante, agora ves os soutos e os prados limpos”. En este sentido, afirmó que los vecinos que volvieron después de dos años se quedaron impresionados con el cambio. De hecho, afirmó que algunos de ellos, al ver el trabajo realizado, le cedieron varias fincas con la condición de mantenerlas limpias.

Aldea modelo de Meixide

Javier Cotado, promotor de la aldea modelo de Meixide, en A Veiga, confesó que siempre quiso realizar este proyecto en el pueblo. “Todos los días tenía dudas de si algún día conseguiríamos acabarlo, pero finalmente lo logramos”, indicó. En este sentido, explicó que los visitantes que veranean en Meixide se quedaron impresionados con el cambio. 

Además, Cotado es un apasionado de la ganadería autóctona de raza vianesa y limusina. No obstante, señala que las oportunidades de negocio no se limitan a la ganadería, ya que la parte superior de la aldea es ideal para llevar a cabo una “gestión muy grande en el forestal de piñeiro” con una empresa dedicada al sector de la madera.  “Al principio, había mucha gente mayor en el pueblo que pensaba que le iban a cortar toda la madera, pero después comprobaron que no”, explicó Cotado. 

En este sentido, quiso agradecer la ayuda que recibió por parte de los vecinos, los cuales pusieron todo su conocimiento a su disposición para intentar averiguar al propietario de cada parcela. “No hubo nadie que me negase nada”, contó.

Aldea modelo de Osmo

Lucas Cabanelas, promotor de la aldea modelo de Osmo, en Cenlle, comenzó en el 2019, junto con un socio, una actividad relacionada con el cerdo celta en el concello de San Amaro. “El primer año perdimos cada uno 5.000 euros”, confesó Cabanelas.  Aún así, no se desanimó y siguió con el proyecto pese al abandono de su socio, pero el resultado volvió a ser negativo: perdió 3.000 euros

En enero de 2022 decidió parar la actividad y solo siete meses después tuvo la oportunidad de formar parte de la aldea modelo de Osmo. “Era muy atractivo por el tema de la inversión inicial: pasé de gastarme 10.000 euros para tener los cerdos a contar con un módico alquiler”, explicó. 

Cabanelas vio la oportunidad de implementar su proyecto porcino en la aldea y actualmente Osmo cuenta con 24 ejemplares. “Son todos de la misma genética, la mejor que hay en Galicia, y estamos llegando a acuerdos con dos obradores para ofrecerle al consumidor la mayor calidad posible; es muy importante contar con un producto que sea homogéneo”, explicó.

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