La Diócesis no sabe qué hacer con la placa franquista que se ha retirado de la Catedral de Ourense, a petición del PSOE. La pieza se encuentra en el Museo catedralicio, cerrado por las filtraciones de agua.
La polémica está servida. El PSOE se congratuló hace unos días del cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Democrática al lograr que el Obispado de Ourense retirase de la Catedral de San Martiño una placa de exaltación franquista. Pero ahora, la Iglesia -que niega que sea un símbolo franquista- no sabe qué hacer con ella. La pieza, con el águila de San Juan, las flechas y el yugo, contiene un poema del sacerdote y poeta Antonio Rey Soto -el mismo que casó a Castelao-. Dice así: “Caminante: esa lámpara votiva que a los pies del Señor monta la guardia con la alabarda de oro eternamente inhiesta de su llama, simboliza el recuerdo, inextinguible en la tierra orensana, de aquellos inmortales campeones que, heroicos, dieron a la madre España, la sangre que hacía falta a su bandera de vergüenza y dolor amoratada. Caminante: la tierra de esos mártires te pide un Padrenuestro por sus almas”. Estaba en una columna del templo, ahora descansa en el Museo Catedralicio cerrado por las filtraciones de agua.
El delegado de Patrimonio de la Diócesis, Luis Manuel Cuña, señala que “no había obligación de quitarla, pero no vamos a alimentar polémicas”. La ley es clara con los elementos contrarios a la memoria democrática. La norma dice que “cuando los elementos contrarios a la memoria democrática estén ubicados en edificios de carácter privado o religioso, pero con proyección a un espacio o uso público, los propietarios de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”. Sin embargo, uno de los apartados recuerda a continuación que “lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando concurran razones artísticas, cuando se trate de elementos con singular valor artístico que formen parte de un bien integrante del Patrimonio Histórico”. En este caso, la Catedral es un BIC. Por tanto, toda actuación sobre el patrimonio debe estar avalada por una comisión experta.
El delegado de Patrimonio, que defiende que el escudo es “de los Reyes Católicos”, desconoce cómo actuarán con la placa retirada. Ahora está en el Museo. “Lleva unos cuatro meses aquí. Quizás se pueda exponer en un futuro”.
El lío de cómo actuar con estos símbolos no es ajeno a Ourense. En la Praza da Quintana de Santiago continúa un labrado en piedra en recuerdo a Primo de Rivera, fundador de la Falange. Siguen buscando la fórmula para retirar la pieza, puesto que también hay que estudiar las afectaciones que tenga la retirada sobre el patrimonio.
