El dispositivo sanciona una media de 39 coches al día, siendo el más activo de Galicia el de la A-55 a la altura de Tameiga
Un radar ubicado en el kilómetro 459 de la N-120, en Vilamartín de Valdeorras, es el que mayor número de multas pone al día en la provincia con una media de 39 sanciones al día y un total en 2016 de 14.291. Los datos, recogidos en un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores AEA (Automovilistas Europeos Asociados), dicen también que el segundo con mayor número de multas es el dispuesto en la A-52, en el kilómetro 123,8 en A Gudiña, con un total de 5.863 sanciones en 2016. Le siguen en Ourense un dispositivo en el kilómetro 254,1 de la A-52, Ribadavia, con 2.315 multas; otro en Coles -N-525, kilómetro 244,7-, con 2.089 multas; otro en la misma vía -kilómetro 230,6 en el polígono Barreiros-, con 1.866, y otro en San Cibrao das Viñas - en la A-52- en el kilómetro 222-, con un total de 1.660 sanciones en 2016.
El pasado año 344 radares fijos de la Dirección de Tráfico (DGT) formularon un total de 1.712.512 denuncias por sobrepasar los límites de velocidad establecidos en las carreteras españolas (excluidas las del País Vasco y Cataluña). Entre ellos se encuentran varios de la autovía A-55 Vigo-Porriño, donde también está en funcionamiento el que se ha colocado en el número 1 de Galicia. En concreto se trata del instalado en el kilómetro 9,2, a la altura de Tameiga, en Mos, que se ha encaramado a lo más alto en cuanto a sanciones: en 2016 sumó 21.570, lo que supone una media de 60 vehículos al día. Muy cerca, en la misma A-55, hay otro cinemómetro que anotó 5.360 sanciones, en la entrada de la curva de Los Molinos, un punto negro controlado, donde ayer se produjo el enésimo accidente: varios vehículos afectados, cuatro heridos leves e importantes retenciones con sentido Vigo.
MÁXIMO CONTROL
En el entorno de Vigo también destaca el aparato situado en el ramal de acceso al centro de la AP-9, en el kilómetro 2,2, que "cazó" otros 4.263 conductores. En Galicia, ninguno se acerca a las cifras de la A-55. El segundo puesto es para la Nacional 634 en A Coruña, con 17.661. En cuanto a España, sólo hay doce radares que superan la productividad del colocado en la bajada de Puxeiros. El número 1 de España se encuentra en Córdoba, en la A-4, y alcanza los 80.582 al año.
El primero de Galicia se instaló a principios de 2015 en compañía de otro más, por lo que ya suman seis en 12 kilómetros, el tramo con la velocidad más controlada del país. El de Tameiga se dispara a 68 kilómetros por hora en pleno descenso, en donde se limita la velocidad a 60. El de Molinos, el segundo en la clasificación, salta a los 87 kilómetros. Estas correcciones a la baja han sido definitiva: hasta entonces operaban desde 71 y 91 por hora.
